Historias
sorprendentes han formado parte del legado den la historia que se han
conservado a través de los años, este es el caso de un hombre que combatió en
la Segunda Guerra Mundial con el ejército inglés.
Jack Churchill, es su nombre, un individuo  que parece salido de las entrañas de la Edad
Media de Europa, quien  tras estallar el
segundo gran conflicto bélico en el mundo decide   enlistarse de nuevo  en el ejército británico dándole vida al pasado  como un   apasionado
 por la historia de la época medieval,
decidiendo de esta manera  hacer uso de
las antiguas ramas que acompañaban a los guerreros, la espada y el arco con
flechas.
Pareciera de esa manera increíble que en pleno mediados del siglo 20 en
donde el adelanto armamentista ya había alcanzado niveles de avance en el poder
destructivo, un hombre pudiera enfrenta las balas  de los bastante perfeccionados  fusiles, ametralladoras alemanas, granadas y explosivos,
sin embargo Jack Churchill si estaba convencido de eso de tal forma que
blandiendo un espada de dos filos conocida como claymore no dudaba en saltar
posiciones enemigas.
Claro que el gusto apasionado  por
el tiro la arco que llevó desde años atrás a perfeccionar su uso convirtiéndose
en un gran tirados atal punto que llegó a representar a Inglaterra en los
campeonatos mundiales de  tiro con Arco
celebrads en Oslo en el año de 1939,antes de comenzar la Segunda Guerra Mundial
 
                                                   Su nacimiento
Jack Churchill nació en Hong Kong y habiendo participado en la primera Guerra
mundial dese aquel momento se mostraba como un apersona salido de los normal, le
gustaba tocar la gaita y recorrió toda la India en motocicleta.
Su destreza en el arco le llevó a participar en papeles secundarios en  películas como el “Ladrón de Bagdad” e “Ivanhoe”.
Pero iniciado la segunda confrontación mundial decide presentarse para
conmabtir por su nación ni sin antes acudir a un almacén  de Londres para adquirir un fino arco de 100
libras esterlinas, hecho en  madera de
tejo español al estilo medieval.
                                        
             Acciones intrépidas                                                Fueron varias las acciones intrépidas que podrían trabnquilamente hacer
parte de cualquier guion cinematográfico, como fue el al año de 1939 en
Polonia  cuando de forma sorprendente se lanzó
sigilosamente hasta unos 50 metros de las trincheras alemanas disparando
flechas , logrando hace entrar  en gran desconcierto
al enemigo que  no sabía cómo explicarse lo
que sucedía.
Luego en 1940,en Francia estando al mando de una compañía de infantería que
debía defender al poblado de LŽepinette, se acercó
hasta un granero sin ser visto por los nazis lanzando una flecha 30 metros de distancia
a un sargento alemán que era uno de los comandantes de guardia, poniéndolo fuera
de acción y consiguiendo tomar por sorpresa a las fuerzas alemanas, antes de
empezar el ataque, sacando su espada lanzándose  contra una batería nazi.
Una de las imágenes que más le ha dado la vuelta
al mundo fue la de la evacuación de Dunkerque en donde el capitán Churchill marco
por la playa con su arco y sus flechas.
En diciembre de 1941 en Noruega durante la
ocupación alemana, fue el primer hombre en poner sus pies sobre la playa,
desembarcando liderando dos compañías dentro de la “Operación Arquería”, arrojándose
con la espada en alto  contra la batería
enemiga mientras gritaba a sus soldados en una acción en que las fuerzas
inglesas le dieron un golpe a sus enemigos, hecho que le valió la segunda Cruz
Militar.
El momento de mayor gloria le llegó en el
ataque nocturno a la población italiana 
de Piegoletti, consiguiendo capturar a 136 soldados alemanes al grito de
comando, lográndose infiltrar en el pueblo y tan solo con su espada  sin ser descubierto se hizo a los puestos de
guardia sin disparar un solo proyectil. Acción que le hizo merecedor de otra condecoración.
Atacando al enemigo,
espada en mano
Su momento cumbre llegó en otoño
de 1943, durante el ataque
nocturno a la población italiana de Piegoletti. Tras intimidar y
capturar a 136 soldados alemanes al grito de «¡comando!», consiguió infiltrase
en el pueblo y continuar intimidando a los enemigos sin ser descubierto, tan
solo con su espada, haciéndose con los puestos de guardia y sin disparar una
sola bala. Por esta acción recibió una nueva condecoración.
                 Su captura y fuga
de un campo de concentración
Hubo para él también momentos difíciles siendo en la antigua Yugoeslavia
en el año de 1944 e donde al quedar aislado con tan solo seis compañeros en el
ataque de un posición alamana vio  a todos
sus compañeros caer heridos  lo  que el sin 
descomponerse sacó su gaita y comenzó a tocar  ”No volveras”, para animar a sus soldados, pero
n granada que cayó lo dejó inconsciente 
y al despertar estaba rodeado de soldados alemanes que lo condujeron al  campo de concentración de Sachsenhausen y allí
escribió otro episodio que inspiró luego la película “Gran evasión”, uniéndose
a los otros compañeros en cautiverio, consiguiendo excavar un túnel por debajo
de los muros de la prisión y escapar, estando libre 14 días hasta que la
Gestapo volvió a capturarlo.
Al final la Divina Providencia acompañó a Churchill, que tomándole el
cautiverio   ya finalizando la guerra con
la derrota nazi, un capitan alemán le perdona la vida, haciendo caso omiso a  la orden de Hitler de asesinar a todos los prisioneros.
Situación que posteriormente haría que  él agradeciera formalmente  al oficial alemán.
Jack Churchill muere apaciblemente como héroe de guerra en el año de
1996  en su casa de Surrey, al sudeste de
Inglaterra.
