Por Marco Antonio Reyes
Posiciones encontradas ha tenido el surgimiento de grupos de civiles armados como autodefensas en regiones de Méjico como el Estado de Guerrero, con la justificación de responder al accionar de las bandas criminales que asolan a estas comunidades.
Según algunos de los voceros, lo que se ha hecho es asumir la libre defensa a que tienen derecho ante la incapacidad de respuesta que tienen las fuerzas oficiales en un territorio muy extenso y de compleja cobertura.
Para algunos analistas este fenómeno no presenta un riesgo de suplantación para la autoridad oficial, pues estos grupos cumplirían una labor similar a la de la policía comunitaria, que opera y adermás de lo anterior según este parecer estas organizaciones de defensa corresponderian a lo que las comunidades indígenas han establecido con sus cuerpos de seguridad dentro de su sistema de justicia cumpliendo una labor de contención de la actividad delictiva,llenando un vacio existente de la autoridad gubernamental que tiene un agravante más con la impunidad que se registra al encontrar como varios de los delincuentes capturados terminan luego en un breve tiempo en libertad y de nuevo delinquiendo.
De otra parte se han levantado otras voces de alarma que ven este hecho como un peligrosísimo antecedente de lo que se vivió en Colombia con los llamados grupos de Autodefensas Campesinas que desembocaron en el Paramilitarismo puesto al servicio de las nuevas organizaciones de narcotraficantes, el que sembró la muerte y desolación en innumerables comunidades campesinas degenerendo después en las bandas criminales que actualmente azotan a las ciudades con el boleteo,la extorsión y el sicariato que cobra un numero importante de victimas...