martes, 12 de diciembre de 2023

El tubérculo que hace maravillas limpiando el colesterol

 El 

Alcachofa de Jerusalén
lAAlcachofa de Jerusalén. Foto tomada de eldiariovasco.com

El tubérculo que hace maravillas limpiando el colesterol forma  parte de los elementos dados por la madre naturaleza que tienen la capacidad de limpiar las arterias del colesterol nocivo que con el paso del tiempo y una alimentación desequilibrada,  propicia el taponamiento arterial que lleva a infartos al corazón prematuros y a otras dolencias que conducen al deterioro en la calidad de vida de las personas.

Este es un tubérculo que pocos conocen y que forma parte de la categoría de super alimentos, porque contiene más prebióticos que el kéfir, es más ligero que la patata (papa en América hispana), muy saciante y  como se dijo anteriormente ayuda a reducir el colesterol.

El nombre de este fruto de la tierra es la alcachofa de Jerusalén, un tubérculo que nada tiene que ver en apariencia con esa planta herbácea ni con la tierra Santa, conocido también como tupinambo o topinambur y es  originario de América, posee  el doble de vitamina C que la naranja, tiene poco azúcar y ayuda además a adelgazar.

La alcachofa de Jerusalén es parecida  al jengibre arrugado, con una corteza amarillenta o violácea, y  un sabor algo dulce que  recuerda al de la alcachofa, o  los espárragos e incluso a la trufa, teniendo la posibilidad de prepararse con  varias recetas, siendo  nutricionalmente atractiva  para la salud.

Según la  Dra. Angela Méndez-Yáñez, quien participó en la revisión bibliográfica sobre este tubérculo realizada por investigadores de la sede Talca de la Universidad Autónoma de Chile, "la denominación de superalimento le viene porque tiene grandes propiedades nutricionales que pueden mejorar la salud”, recomendando comer entre 5 y 15 gramos al dia para aprovechar sus beneficios .

Algunas recetas para considerar

En ensalada:

Para prepararla, se necesita 500 g de alcachofa de Jerusalén, 2 manzanas, 1 cebolla, 1 litro de caldo de verduras, 200 ml de nata líquida, sal, pimienta, nuez moscada y perejil.
 
Ensalada de alcachofa de Jerusalén, rúcula y queso de cabra:

Esta ensalada es perfecta para una comida ligera y nutritiva, ya que combina el sabor dulce de la alcachofa de Jerusalén con el amargo de la rúcula y el ácido del queso de cabra. Para prepararla, se necesita 300 g de alcachofa de Jerusalén, 100 g de rúcula, 100 g de queso de cabra, 50 g de nueces, aceite de oliva, vinagre balsámico, sal y pimienta.

Tortilla de alcachofa de Jerusalén y cebolla:

Esta receta es una alternativa sencilla y diferente de disfrutar de una tortilla de patatas. Para prepararla, se necesita 400 g de alcachofa de Jerusalén, 2 cebollas, 6 huevos, aceite de oliva, sal y pimienta. 

Puré de alcachofa de Jerusalén y patata:

Este puré es una guarnición ideal para acompañar carnes, pescados o verduras, ya que tiene una textura suave y un sabor delicado, aunque también puede comerse  solo, por ejemplo, a la hora de la cena.

Para prepararlo, se necesita 500 g de alcachofa de Jerusalén, 500 g de patatas, 50 g de mantequilla, 100 ml de leche, sal, pimienta y nuez moscada.

Bizcocho de alcachofa de Jerusalén y chocolate:

Esta receta dulce es una forma original y sabrosa de usar la alcachofa de Jerusalén, ya que le aporta humedad y dulzor.
Para prepararlo, se necesita 200 g de alcachofa de Jerusalén, 200 g de chocolate negro, 200 g de mantequilla, 200 g de azúcar, 4 huevos, 200 g de harina, 1 sobre de levadura y una pizca de sal.