Inauguración de la Plaza ‘Gabriel García Márquez’ de París por parte del Presidente Santos; la Alcaldesa de la ciudad, Anne Hidalgo; la Vicealcaldesa del Distrito 7, Josiane Gaude, y la nuera del escritor, Pía Elizondo.
No son demasiadas
las personas y mucho menos los latinoamericanos a los que la Ciudad Luz les
reserva un espacio de honor en sus plazas y monumentos.
Es por lo
anterior que el hecho que al fallecido Premio
Nobel de Literatura Gabriel García Márquez(Gabo),nacido en Aracataca, Colombia (Departamento del
Magdalena),se le haya reservado un
espacio de honor dentro de capital
francesa, representa un acontecimiento que deja muy en alto el nombre de los
escritores, literatos y artistas de este hemisferio y más aún cuando hablamos
de un escritor de habla hispana, pues si algo en que los franceses son celosos
es en el tema de su idioma que obligatoriamente debe ser hablado por toda
persona que ingresa a Francia con la
intención de establecer comunicación con cada francés.
Inauguración de la Plaza "Gabriel García Márquez" en París, con la presencia del presidente colombiano Juan Manuel Santos.
En el
país galo no vale tan solo dominar el inglés, la lengua internacional por
excelencia, aquí hay que impregnarse de idioma Francés a tal punto que llama la
atención que mientras la producciones
cinematográficas (muchas de habla
inglesa), las cuales son presentadas en las salas de cine en gran parte de los países con traducciones de texto para
lectura, por tradición se conoce que las películas en Francia se ven y escuchan
dobladas al Francés.
Lo
anterior demuestra algo que si bien para algunos que nunca han dominado el
idioma Francés, puede ofrecer un tinte
muy nacionalista y radical con el uso del idioma, también de otra parte indica
un gran respeto e interés en la
preservación de su lengua como una de las primeras en el mundo.
De allí
que este reconocimiento para el Nobel de literatura colombiano también de una u
otra manera salpica a todos los hispano parlantes.
Imagen de Gabriel García Márquez en París.
Hay
algunos que reseñan con gran valor que el nombre de un latinoamericano como el del general venezolano Francisco
Miranda se encuentre entre los nombres de los grandes hombres escrito en el
Arco del Triunfo de París, pues guardando las comparaciones el hecho del que
una plaza de París lleve el nombre de
Gabriel García Márquez, también eleva a un sitial de grandeza a un hijo
de la América Latina.
La Plaza ‘Gabriel García Márquez’, está situada en la esquina de las calles del
Bac y Montalembert de la capital francesa, donde vivió el
novelista por la época en que escribió ‘El coronel no tiene quien le
escriba’.
El evento en el que se bautizó la
plaza contó con la presencia del Presidente
colombiano Juan Manuel Santos, Premio Nobel de Paz, y estuvo encabezado por la Alcaldesa de París, Anne Hidalgo, quien afirmó que “dedicar un homenaje a una leyenda
como Gabriel García Márquez siempre resulta insignificante para una leyenda
literaria, leyenda turística, en su sentido más noble, leyenda humana”.
Gabo posando en una sesión de fotos en París.
El Concejo de París también
dispuso la colocación de una placa en el apartamento en el que vivió el
escritor colombiano, en el número 9 de la calle de Montalembert, en el séptimo
distrito de la capital francesa.
Cabe recordar que el escritor llegó a
París en los días de Navidad de 1955 y se alojó en un hotel del Quartier Latin
o Barrio Latino, donde también se instaló una placa conmemorativa hace pocos
años.
La vida de Gabriel García Márquez en
París no fue nada fácil, sobreviviendo en medio de la escasez, ganando algún
dinero cantando boleros y vallenatos en una taberna frecuentada por latinos y
franceses amantes de los géneros hispanoamericanos,
y como lo refirió el presidente Santos, “A
su llegada a París en 1955, mientras aguantaba frío y penurias en el antiguo
hotel de Flandre, en el Barrio Latino, Gabo compartía fiestas y sueños con
otros creadores como el poeta cubano Nicolás Guillén o el escultor venezolano
Jesús Rafael Soto, conociendo luego a
Cortázar, Carlos Fuentes, Vargas Llosa y otros escritores que, con Gabo,
hicieron de París su centro vital”.