viernes, 27 de enero de 2017

¿Cual es la historia de Donald Trump? Presidente No 45 de los Estados Unidos


Donald Trump mostrando la Biblia durante una de sus intervenciones en público, se ha manifestado venir de una tradición cristiana presbiteriana.
Donald John Trump; Nueva York,nacido en el año de 1946 Cuadragésimo quinto presidente de los Estados Unidos. Enriquecido en el sector inmobiliario, Donald Trump forjó desde los años 80 un imperio empresarial orientado a la construcción de casinos, hoteles y viviendas de lujo que supo mantener pese a las dificultades financieras. Cobró con ello un considerable prestigio y popularidad como encarnación del self-made man norteamericano, a pesar de su carácter ególatra y sus dudosos escrúpulos. De ideología extremadamente conservadora, su constante presencia en la televisión y sus declaraciones fuera de tono lo convirtieron, a partir de 2005, en uno de los personajes más polémicos del país.

Donald Trump
En 2015 presentó su candidatura a la presidencia por el Partido Republicano; contra todo pronóstico por la rudeza y simplismo de sus mensajes xenófobos, el magnate superó a los restantes candidatos republicanos en las primarias y consiguió la nominación en julio de 2016. Tras una áspera campaña presidencial marcada por los ataques directos y la escasez de propuestas políticas, Donald Trump se impuso a la candidata del Partido Demócrata, Hillary Clinton, por un amplio margen de votos, inaugurando una etapa de incertidumbres en la política estadounidense y, por ende, en la mundial.
La forja de un imperio
Su padre, Fred Trump, que se había quedado huérfano a los doce años, formó su fortuna construyendo viviendas de clase media, hasta llegar a tener miles de pisos en los barrios neoyorquinos de Queens, Brooklyn y Staten Island. Desde muy pequeño Donald Trump, el cuarto de un total de cinco hijos, acompañó a su padre en la inspección de los bloques y en el cobro de los alquileres. Donald estudió en la Universidad Fordham y en la de Pensilvania. Tras ello empezó a trabajar en el negocio de la construcción; en 1974, con 28 años, recibió el relevo de su padre y entró de lleno en el mundo inmobiliario de Manhattan.
Uno de sus primeros grandes éxitos fue la idea de adquirir un viejo hotel contiguo a la Grand Central Station que, mediante préstamos y exenciones fiscales, logró convertir en uno de los mejores establecimientos de la ciudad. A partir de entonces compró toda clase de viviendas y edificios en Nueva York, particularmente torres de lujosos apartamentos (como la Trump Tower, donde el propio Trump reside en un triplex) y hoteles: es propietario del legendario Hotel Plaza, del Hotel Saint Moritz y del Hotel Grand Hyatt.
Donald Trump junto a su segunda esposa  la actriz Marla Maples
Donald Trump y Marla Maples
Pero su auténtico imperio se formó en Atlantic City, localidad situada en la costa de Nueva Jersey, cerca de Filadelfia. Allí poseía los tres principales casinos: el Trump Castle, el Trump Plaza y el más reciente Taj Mahal. También allí se hallaba anclado el yate Trump Princess, considerado el más lujoso del mundo, que fue adquirido al millonario saudita Adnan Kashoggi por 29 millones de dólares. El magnate poseía además una casa valorada en siete millones de dólares en Palm Beach (Florida), una mansión de 47 habitaciones en Connecticut, un Boeing 727 y seis helicópteros. En 1990 ocupaba el puesto decimonoveno en la lista de grandes fortunas estadounidenses de la revista Forbes, con un patrimonio valorado en más de mil millones de dólares.
Entre sus adquisiciones de los 80 figuran el puente aéreo de la Eastern Company entre Boston, Nueva York y Washington, que rebautizó como Trump Shuttle, y el 5% de las acciones de American Airlines. En junio de 1988 publicó el libro Trump o el arte de vender, que en poco tiempo se colocó a la cabeza de las listas de libros más vendidos en su país. Trump era el ejemplo por antonomasia del norteamericano triunfador que se ha hecho a sí mismo, y uno de los millonarios más populares de Estados Unidos. Aunque habitualmente se mantuvo al margen de la política, a comienzos de 1987 dedicó más de cien mil dólares a la compra de espacios en los principales periódicos, donde publicó una carta abierta en la que criticaba la política norteamericana de proteger los petroleros que navegaban por el Golfo Pérsico.
Crecerse en la adversidad
Donald Trump contrajo matrimonio en 1978 con la deportista de origen checo Ivana Winkelmayr, a la que había conocido dos años antes durante los Juegos Olímpicos de Montreal, en las pruebas de patinaje artístico en que participaba Ivana. El matrimonio tuvo tres hijos. A comienzos de 1990, Ivana Trump presentó la demanda de divorcio de su marido, iniciando una de las separaciones más caras de los Estados Unidos. El hecho mereció la portada de muchos periódicos y fue tratado incluso en telediarios durante cinco días seguidos. Donald Trump cedió a su ex esposa Ivana 10 millones de dólares, una pensión anual de 600.000 dólares, una mansión en Connecticut y un apartamento en el Trump Plaza de Nueva York, además de la custodia de sus hijos.
En 1990 empezaron a circular rumores insistentes acerca de las dificultades económicas de Trump, quien al parecer no podía hacer frente al pago de sus enormes deudas. El 27 de abril de ese mismo año, el millonario contrató los servicios de la firma Merrill Lynch para negociar la venta de su aerolínea Trump Shuttle, aunque trató de disimular esta operación afirmando que quería dinero para convertirse en "el rey del líquido", con la idea de comprar gangas inmobiliarias aprovechando la caída del mercado.

Pese a los apuros, Trump anunció en mayo que construiría un hotel y un edificio inteligente en São Paulo, y el 17 de junio de 1991 afirmó que había llegado a un acuerdo con algunos de sus acreedores por el que declararía en quiebra su casino Trump Castle de Atlantic City con el fin de aliviar las deudas. Poco después, el 12 de julio, se supo que había vendido su yate Trump Princess por 42 millones de dólares al banco que lo tenía hipotecado. El 29 de agosto de ese mismo año, la juez de un Tribunal de Quiebras de Nueva Jersey aprobó un plan para el recate de la bancarrota del casino Taj Mahal.
En marzo de 1992, Donald Trump aceptó ceder a sus acreedores bancarios el control del 49 por ciento del Hotel Plaza de Nueva York, a cambio de condiciones crediticias más favorables. Con estas y otras hábiles e ingeniosas maniobras, fruto de su innegable talento para los negocios, pudo finalmente superar la crisis financiera de los 90 y mantener su fortuna y su prestigio. Siguió construyendo casinos y lujosos hoteles en Estados Unidos y en muchos otros países, y de manera análoga superó las dificultades que acecharon su imperio en 2004 y en 2009, causadas por el excesivo endeudamiento que suponían sus proyectos faraónicos; ciertamente pocos como él han sabido bregar en situaciones difíciles, cualidad de la que se preció en libros como El arte de sobrevivir (1991) y El arte de volver (1997).
Donald Trump junto a Melania,la actual primera Dama de los EEUU.Foto:Lee Heershfield/Palm Beach Daily News file photo




Precandidato republicano
Tras la sonada ruptura con Ivana, su vida sentimental siguió siendo azarosa. En 1993 contrajo matrimonio con la actriz Marla Maples, de la que se divorciaría en 1999; su tercera y actual esposa es la modelo eslovena Melania Knauss, con la que se casó en 2005. A partir de ese mismo año protagonizó el reality show El aprendiz, en el que un grupo de aspirantes compiten por un contrato para dirigir alguna de sus empresas; tal exposición pública incrementó su popularidad, pero también dio a conocer su personalidad un tanto primaria y su carácter egocéntrico y estridente.
Por esos mismos años se intensificó su interés por la política; desde posturas que no cabe calificar sino de extremadamente conservadoras, dio constantes muestras de su ideario xenófobo y machista. En 2011 exigió a Obama que acreditara su condición de estadounidense mostrando su partida de nacimiento; en 2013 afirmó que negros e hispanos eran los culpables de casi todos los crímenes violentos; en junio de 2015, las declaraciones que acompañaron la presentación de su candidatura a la presidencia por el Partido Republicano provocaron un enorme revuelo: tachó a los inmigrantes mexicanos de violadores y narcotraficantes y defendió la construcción de un muro fronterizo a costa del erario del país vecino. La reacción fue un boicot masivo de la comunidad latina a las empresas del magnate, y especialmente contra la Miss Universe Organization, entidad que organiza los concursos de belleza Miss Universo y Miss Estados Unidos y de la que Trump es accionista mayoritario.
Lejos de retractarse, el magnate siguió colocándose deliberadamente en el ojo del huracán con declaraciones y gestos extremos. En agosto de 2015 propuso la deportación de once millones de inmigrantes ilegales y la retirada a sus hijos de la ciudadanía estadounidense, y redobló sus ataques a los medios y periodistas que cuestionaban su programa: dirigió groseros comentarios machistas a Megyn Kelly, del canal de noticias Fox, y expulsó de una rueda de prensa a Jorge Ramos, periodista estrella de la cadena latina Univisión. Los réditos de tal estrategia se hicieron pronto tangibles: las encuestas situaron de inmediato a Trump como el mejor valorado de los diecisiete precandidatos republicanos a la presidencia.
Aunque se auguraba que acabaría perdiendo su empuje inicial (como ha ocurrido siempre en las primarias con otros histriónicos o estrafalarios aspirantes), sus rivales y el mismo Partido Republicano quedaron descolocados tanto ante la rudeza de sus planteamientos como por los resultados obtenidos en las primarias: Trump superó de inmediato a los restantes precandidatos y, después del «supermartes» (1 de marzo de 2016), disponía ya de 319 delegados, casi cien más que su principal competidor, el senador por Texas Ted Cruz. El 21 de julio de 2016, finalizadas las primarias, la Convención Nacional Republicana lo designó candidato a la presidencia por el Partido Republicano.
Presidente de los Estados Unidos
Se iniciaba con ello la campaña para las elecciones presidenciales, fijadas para el 8 de noviembre de 2016, en las que el magnate republicano había de enfrentarse a una encumbrada figura del Partido Demócrata, Hillary Clinton. Mientras el Partido Republicano acudía dividido a la cita electoral, la esposa del ex presidente Bill Clinton contaba con el aparato de su formación y el apoyo del presidente Obama; la avalaba asimismo una larga experiencia en el desempeño de altos cargos en la administración estadounidense.
Durante la primera fase de la campaña, una de las más enrarecidas que se recuerdan, Trump se vio perjudicado por la divulgación de acusaciones de acoso sexual y por sus propias salidas de tono. En la fase final, sin embargo, logró remontar el vuelo en las encuestas, que fallaron estrepitosamente al otorgar una ligera ventaja a los demócratas: en los comicios, Donald Trump se impuso a Hillary Clinton  de forma rotunda. De algún modo, ni su ideología racista ni sus actitudes machistas habían logrado restarle crédito, mientras que los ataques a la candidata demócrata y los mensajes directos de Trump en materia económica y migratoria fructificaron en una inesperada victoria.
Tomado biografias y vidas.com






viernes, 20 de enero de 2017

Este es el equipo del Presidente de los Estados Unidos Donald Trump


Foto:Getty Images


Así fue la toma de juramento del Presidente de los Estados Unidos Donald Trump y su discurso de posesión.

Este es el equipo con el va a gobernar el nuevo presidente de los Estados Unidos Donald Trump Vicepresidente Mike Pence

Dirección Nacional de Inteligencia:Dan Coats
Embajada ante la ONU(nivel gubernamental): Nikki Haley
Agencia de Protección Medio Ambiental: Scott Pruitt
Representante de Comercio Exterior: Robert Lighthizer
Jefe de Estrategia Sthephen Bannon
Administración de Pequeñas Empresas: Linda MacMahon
Embajada en Pekín Terry Branstad
Presidenta de la Comisión de Valores: Jay Clayton
Jefe de Gabinete:Rience Priebus
Secretaría de Estado: Rex Tillerson
Secretaría del Tesoro: Steven Mnuchin
Secretaría de Defensa: James Mattis
Fiscalía General Jeff Sessions                                                                                                   Consejero Nacional de Seguridad :Michael Flyn
Secretaría de Seguridad Nacional: John Kelly
Secretaría de Interior: Ryan Zinke
Secretaría de Agricultura : Sonny Perdue
Secretaría de Comercio : Wilbur Ross
Secretaría de Trabajo: Andy Puzder
Secretaría de Salud :Tom Price
Secretaría de Vivienda: Ben Carson
Secretaría de Transporte: Elaine Chao
Secretaría de Energía: Rick Perry
Secretaría de Educación :Betsy DeVoz
Secretaría de Asuntos de Veteranos: David Shulkin

Este fue el texto completo del discurso del  Presidente  de los EEUU Donald Trump

"Presidente del Tribunal Supremo Roberts, Presidente Carter, Presidente Clinton, Presidente Bush, Presidente Obama, compatriotas estadounidenses y pueblos del mundo: gracias.

Nosotros, los ciudadanos de los Estados Unidos, estamos ahora unidos en un gran esfuerzo nacional para reconstruir nuestro país y para restaurar su promesa para todo nuestro pueblo.

Juntos vamos a decidir el curso de Estados Unidos y del mundo para los próximos años.

Haremos frente a desafíos, vamos a enfrentar dificultades, pero vamos a hacer nuestro trabajo.

Cada cuatro años nos reunimos en estas escalinatas para llevar a cabo la transferencia ordenada y pacífica del poder, y estamos agradecidos con el presidente Obama y la primera dama Michelle Obama por su amable ayuda durante esta transición. Han sido magníficos. Gracias.

La ceremonia de hoy, sin embargo, tiene un significado muy especial, porque hoy no estamos sólo transfiriendo el poder de una Administración a otra, o de un partido a otro, sino que estamos transfiriendo el poder de Washington DC y devolviéndolo a ustedes, el pueblo.

Durante demasiado tiempo, un pequeño grupo en la capital de nuestra nación ha cosechado los frutos del Gobierno, mientras que la gente ha cargado con el coste. Washington ha progresado, pero la gente no ha compartido la riqueza.

Los políticos prosperaron, pero los puestos de trabajo se fueron y las fábricas cerraron. El establishment se protegió a sí mismo, pero no protegió a los ciudadanos. Sus victorias no han sido las victorias de ustedes. Y mientras ellos han celebrado en la capital de nuestra nación, las familias luchadoras de toda nuestra tierra tenían poco que celebrar.

Todos esos cambios -empezando aquí y ahora mismo, porque este es su momento- les pertenece. Les pertenecen a todos los reunidos hoy aquí y a todos los que están observando en todo Estados Unidos.

Este es su día. Esta es su celebración. Y estos Estados Unidos de América son su país. Lo que en realidad importa no es qué partido controla nuestro gobierno, sino si nuestro objetivo es controlado por el pueblo.

El 20 de enero de 2017 será recordado como el día en que la gente se convirtió en los gobernantes de este país de nuevo.

Los hombres y mujeres olvidados de nuestro país ya no serán olvidados. Todo el mundo los está escuchando ahora. Vinieron por decenas de millones a convertirse en parte de un movimiento histórico como el mundo nunca ha visto antes.

En el centro de este movimiento hay una convicción fundamental: una nación existe para servir a sus ciudadanos.

Los estadounidenses quieren grandes escuelas para sus hijos, barrios seguros para sus familias y buenos puestos de trabajo para sí mismos. Estas son demandas justas y razonables de gente justa.

Pero para demasiados de nuestros ciudadanos existe otra realidad: Madres y sus hijos atrapados en la pobreza en nuestras ciudades; fábricas oxidadas repartidas como lápidas de tumbas por todo el paisaje de nuestra nación; un sistema educativo bien financiado, pero que deja a nuestros jóvenes y hermosos estudiantes privados de de todo conocimiento; y la delincuencia y las pandillas y las drogas, que se han llevado demasiadas vidas y han robado a nuestro país de tanto potencial no realizado. Esta carnicería en Estados Unidos debe detenerse aquí y ahora.

Somos una nación y su dolor es nuestro dolor, sus sueños son nuestros sueños, y sus éxitos serán nuestros éxitos. Compartimos un corazón, un hogar y un glorioso destino. El juramento del cargo que hago hoy es un juramento de lealtad a todos los estadounidenses.

Durante muchas décadas, hemos enriquecido la industria extranjera a expensas de la estadounidense, subvencionado los Ejércitos de otros países mientras permitíamos el muy triste deterioro de nuestro Ejército. Hemos defendido las fronteras de otras naciones mientras nos negábamos a defender las nuestras, y gastado miles de millones de dólares en el exterior mientras las infraestructuras en Estados Unidos han decaído.

Hemos hecho ricos a otros países mientras que la riqueza, la fuerza y la confianza de nuestro país se ha disipado en el horizonte. Una a una, las fábricas cerraron y dejaron nuestras costas, sin siquiera un pensamiento en los millones y millones de trabajadores estadounidenses que quedaron rezagados. La riqueza de nuestra clase media ha sido arrancada de sus hogares y redistribuida por el mundo entero. Pero eso es el pasado, y ahora miramos sólo al futuro.

Reunidos aquí hoy, estamos emitiendo un nuevo decreto para que se escuche en todas las ciudades, en todas las capitales del extranjero y en todo recinto de poder.

A partir de este día, una nueva visión gobernará nuestra tierra. De este momento en adelante, sólo va a haber Estados Unidos primero, Estados Unidos primero.

Cada decisión comercial, en impuestos, en inmigración, en asuntos exteriores se hará para beneficiar a los trabajadores y las familias estadounidenses. Debemos proteger nuestras fronteras de los estragos de otros países que hacen nuestros productos, roban nuestras compañías y destruyen nuestros empleos.

La protección conducirá a una gran prosperidad y fortaleza. Lucharé por ustedes con cada aliento de mi cuerpo, y nunca, nunca los decepcionaré. Estados Unidos empezará a ganar de nuevo, a ganar como nunca antes.

Recuperaremos nuestros empleos. Recuperaremos nuestras fronteras. Recuperaremos nuestra riqueza. Y recuperaremos nuestros sueños.

Construiremos nuevas carreteras, y autopistas, y puentes, y aeropuertos y túneles y ferrocarriles a lo largo de nuestra maravillosa nación.

Sacaremos a nuestro pueblo de las prestaciones sociales y lo pondremos a trabajar de nuevo, reconstruyendo nuestro país con manos estadounidenses y trabajo estadounidense.

Seguiremos dos reglas sencillas: comprar en Estados Unidos y contratar estadounidenses.

Buscaremos amistad y bondad con las naciones del mundo, pero lo haremos con el convencimiento de que todas las naciones tienen el derecho de dar prioridad a sus propios intereses. No buscamos imponer nuestro estilo de vida a nadie, sino hacerlo brillar como un ejemplo -nosotros brillaremos- para que todo el mundo lo siga.

Reforzaremos viejas alianzas y formaremos otras nuevas, y uniremos al mundo civilizado contra el terrorismo radical islámico, que erradicaremos completamente de la faz de la Tierra.

En la base de nuestras políticas estará una lealtad total a los Estados Unidos de América y, mediante la lealtad a nuestro país, redescubriremos la lealtad del uno al otro. Cuando se abre el corazón al patriotismo, no hay espacio para el prejuicio.

La Biblia nos dice: "Qué bueno y placentero es cuando el pueblo de Dios vive junto en unidad". Debemos decir lo que pensamos de manera abierta, debatir nuestros desacuerdos de forma honesta, pero siempre persiguiendo la solidaridad. Cuando Estados Unidos está unido, Estados Unidos es completamente imparable.

No debe haber temor. Estamos protegidos y siempre estaremos protegidos. Estaremos protegidos por los grandes hombres y mujeres de nuestro Ejército y las fuerzas del orden.

Y, lo que es más importante, estaremos protegidos por Dios.

Finalmente, debemos pensar a lo grande y soñar incluso más a lo grande. En Estados Unidos, entendemos que una nación sólo vive mientras lucha. Ya no aceptaremos políticos que sólo hablan y no actúan, quejándose continuamente pero sin hacer nunca nada al respecto.

El tiempo de las palabras vacías ha terminado. Ahora llega la hora de la acción. No permitan que nadie les diga que eso no se puede hacer. Ningún desafío puede competir con el corazón, la lucha y el espíritu de Estados Unidos. No fallaremos. Nuestro país progresará y prosperará de nuevo.

Nos hallamos ante el nacimiento de un nuevo milenio, dispuestos para resolver los misterios del espacio, para liberar a la Tierra de las miserias de la enfermedad y para emplear las energías, industrias y tecnologías del mañana. Un nuevo orgullo nacional conmoverá nuestras almas, elevará nuestra vista y sanará nuestras divisiones.

Es hora de recordar la vieja sabiduría que nuestros soldados nunca olvidarán: que, ya seamos negros o morenos o blancos, todos tenemos la misma sangre roja de los patriotas. Todos disfrutamos las mismas libertades gloriosas, y todos saludamos la misma gran bandera estadounidense. Y, si un niño nace en una zona urbana de Detroit o en las llanuras barridas por el viento de Alaska, ellos miran el mismo cielo nocturno, llenan sus corazones con los mismos sueños y están infundios con el mismo soplo de vida por el mismo Creador Todopoderoso.

Por consiguiente, a todos los estadounidenses, en cada ciudad próxima y lejana, pequeña y grande, de una montaña a otra, de un océano a otro, escuchen estas palabras: Nunca serán ignorados de nuevo. Su voz, sus esperanzas y sus sueños definirán nuestro destino estadounidense. Y su coraje, bondad y amor nos guiará siempre a lo largo del camino.

Juntos, haremos a Estados Unidos fuerte de nuevo. Haremos a Estados Unidos rico de nuevo. Haremos a Estados Unidos orgulloso de nuevo. Haremos a Estados Unidos seguro de nuevo. Y, sí, juntos haremos a Estados Unidos grande de nuevo.

Gracias. Dios los bendiga. Y Dios bendiga a Estados Unidos. Gracias. Dios bendiga a Estados Unidos".