sábado, 9 de septiembre de 2023

¿Es un pecado grave dejar de invertir?

Obra del pintor ruso Andrei Nikolayevich Mironov titulada Parábola de los Talentos.

¿Es un pecado grave  dejar de invertir?, es una pregunta  inusual y  rara de hacer en el mundo de los negocios, si se quiere un poco alejado del ascetismo moral  religioso dentro de  un contexto como el de la fe judeocristiana.

Podría llegarse hasta a afirmar que en el mensaje bíblico que entrega el evangelio de Jesucristo se mira con dureza a todos aquellos que se interesan mucho en  el dinero y los bienes materiales.

Son varios los versículos de la bíblia en el Nuevo Testamento en donde se juzga con severidad a quienes han puesto su interés en la acumulación de riquezas, como por ejemplo: 

Mateo 6:24

Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No pueden servir a Dios y a las riquezas.

Lucas 8:14

Y la {semilla} que cayó entre los espinos, éstos son los que han oído, y al continuar su camino son ahogados por las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, y su fruto no madura.

1 Timoteo 6:10

Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, por el cual, codiciándolo algunos, se extraviaron de la fe y se torturaron con muchos dolores.

Mateo 19:21-22

Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, ve {y} vende lo que posees y da a los pobres, y tendrás tesoro en los cielos; y ven, sígueme. Pero al oír el joven estas palabras, se fue triste, porque era dueño de muchos bienes.

Además de los anteriores versículos  se podrían hallar varios textos tanto en el Nuevo Testamento como también en el Antiguo Testamento en los libros del canon judio, en donde se enfatiza en el  juicio condenatorio para aquellos que ponen su confianza en la acumulación de dinero y riquezas.

Sin embargo, a pesar de esta serie de sentencias morales para quienes se dedican a acumular riquezas o bienes  materiales hay otra parte que  lleva a poner la vista en otro elemento importante, como es el de la inversión.

Y es así que volviéndo a sumergirse en  los textos sagrados se  hallan otros versículos  que le dan una nueva luz a este tema, encontrándose  relatos como  el de la parábola de los talentos, en el evangelio de Mateo capítulo 25 versículo del 14 al 30.

La parábola es un  cuento breve con una enseñanza y sentencia moral.

¿ Qué dice este relato?

En este relato el maestro de Nazareth compara el Reino de Dios valiéndose de la historia de  un hombre que tenía  tres trabajadores y yéndose de viaje a un lugar remoto  les otorga  a cada uno un legado económico conforme a su capacidad, en su orden 5, 3 y 1 talentos.

Cabe anotar que el Talento  era una unidad de medida monetaria usada antiguamente a modo de dinero,  originaria de  Babilonia y que sirvió de medio  cambiario  en el mar Mediterráneo durante el período helenístico,  equivaliendo en la época de Jesús a 6000 dracmas que representan 21 600 g de plata que al factor de cambio del momento serían como unos 15.984 dolares.

Se podría asi establecer que el hombre les habia dejado tres medianos capitales.

De esta manera luego de un tiempo el hombre acaudalado regresa y les pide cuentas a los tres trabajadores, encontrando que el que tenía cinco talentos  los ha multiplicado ganando otros cinco, el que recibió dos talentos  igualmente ha obtenido otros  dos, mientras que el que recibió uno,  decidió guardarlo bajo la tierra y no ganó nada.

Con gran disgusto por la negligencia de este último,  el rico empleador de los tres individuos infringe un duro castigo a este individuo, expulsándolo del lugar y quitándole todo lo que tenía y no incremento por el miedo a perderlo todo, mientras que los otros dos son recompensados por su actitud diligente, invirtiendo su capital y obteniendo más ganancia.

Entre los aspectos que se rescata en el relato está el del motivo que expone este último para dejar de acrecentar el capital, justificándose con el miedo al fracaso y al posterior juicio severo de su jefe, a lo cual este le recrimina, diciéndole que al menos debiera haber dejado este capital en un banco ganando intereses.

De allí que en  esta sentencia aparece entretelones el tema de la inversión, que para el caso de la enseñanza moral se vincula con los dones personales que se tienen y que deben cultivarse para ponerlos al servicio de los demás, dejando de lado el egoismo y  asumiendo los riesgos que ello implica, pues cuando se invierte tanto dinero como tiempo, inteligencia y energías en diferentes emprendimientos se pueden encontrar al comienzo dificultades que generan desestímulo, llevando a  pensar que todo ha sido infructuoso e inútil  y que es mejor declinar.

Seguramente que los primeros dos trabajadores tampoco les fue fácil inicialmente  hacer rendir los talentos, pero se puede presumir que superaron sus temores, creyeron en sus capacidades y respondieron a la confianza depositada en ellos por su jefe o mentor, al cual le creyeron.

Las inversiones tienen riesgos que hay que afrontar para ganar y acceder tanto  al Reino de los Cielos, como tambien  a muchos de los anhelos y deseos de progreso que a su vez se conectan con el Cielo.