Migrantes atravesando la selva del Darién.Foto de Anadolu Agency.
La "ruta de la muerte" en la selva del Darién sigue cobrando víctimas, exigiendo que tanto el gobierno colombiano como el panameño pongan la atención sobre este tenebroso tránsito fronterizo entre Colombia y Panamá en el que se atraviesa la agreste zona selvática del llamado tapón del Darién.
Una tierra de nadie que ha sido tomada por grupos delincuenciales que hacen de las suyas aprovechándose de la desesperada búsqueda de pasar al norte del continente por miles de aventureros que están dispuestos a todo para buscar una oportunidad en norteamérica.
En este sentido Colombia se ha convertido en la plataforma a la que llegan miles de migrantes especialmente desde Venezuela, de algunos otros países, y de las mismas regiones de Colombia, pretendiendo pasar al otro lado de América, utilizando la ruta por el Urabá que conecta con el Itsmo.
Los relatos que se han conocido son dramáticos, registrando la presencia de grupos armados que hacen lo que se les viene en gana con los viajeros que son despojados de sus posesiones, llegando a quedar sin siquiera los recursos y provisiones para sobrevivir, con la posibilidad de ser asesinados.
Al agosto del año 2022 las estadísticas oficiales registraban más de 71 mil personas que se lanzaron a la aventura de atravesar 200 kilómetros de selva que se deben recorrer, afrontando las penalidades del clima,las serpientes venenosas, animales peligrosos y lo peor, la acción de criminales que llegan al extremo de esclavizar a sus víctimas cuando no tienen más que robarles, obligándolos a cumplir con trabajos para ellos, explotándolos por un tiempo para dejarlos continuar, con el agravante que tampoco se tiene la seguridad que se les respete la vida.
Un panorama desolador es el que se llega a apreciar, hallándose muchas veces cadáveres tirados a lo largo de la ruta selvática.
En este sentido se ha montado un negocio con los llamados "Coyotes"que son los enlaces con los grupos criminales que allí delinquen y con quienes ellos pactan el pago de un impuesto (extorsión) para permitirles continuar a los viajeros.
Ausensia de los Estados e indolencia humanitaria
El extenso territorio selvático fronterizo, sin la presencia efectiva de los estados colombiano y panameño, ha quedado a la deriva, siendo tomado por grupos que delinquen abiertamente, en un territorio en donde los demas organismos de asistencia social y humanitaria también son inexistentes, pudiendo morirse una persona sin que se encuentre próximo un lugar de atención médica o de primeros auxilios.
Una situación que unida a la dificultad del terreno hace más compleja toda intervención para ayudar a muchas personas que han quedado tiradas en medio de la selva, abandonadas a su suerte,intentando cumplir con su sueño de hallar una oportunidad en norteamérica.
Según expresó en una pasada intervención el presidente colombiano Gustavo Petro,"se plantea la necesidad de la asistencia estatal a las personas que están transitando por la zona del Darién en busca del norte de América, en la que se denomina como la <ruta de la muerte>,utilizando elementos como helicópteros, porque es mejor que el Estado esté, a que no esté, con las cosas que están ocurriendo allí a miles de personas",puntualizó el mandatario colombiano.