¡Latinoamérica a responder por la comida! es el grito que se hace ante el conficto ruso-ucraniano que ha generado un serio problema de seguridad alimentaria, dado que siendo Ucrania el gran abastecedor de grano de Europa,la invasión de su territorio ha hecho que la producción se vea afectada ocasionando desabastecimiento de alimentos para este país y el resto del territorio europeo que se surte en gran parte del grano ucraniano.
Los precios de los alimentos se han disparado en el viejo continente, al igual que los combustibles,obligando a las empresas a encontrar alternativas para responder a esta encrucijada.
Asi mismo el gobierno ruso de Vladimir Putin ha respondido con dureza a las sanciones de los paises de la Unión Europea y EEUU, restringiendo el suministro de petroleo y gas,siendo uno de los principales abastecedores de gas para varios países como es el caso de Alemanía que ha dependido del gas ruso.
El llamado a Latinoamérica se ha hecho expreso desde el Fondo Monetario Internacional en donde Ilan Goldfajn director del Departamento del Hemisferio Occidental,manifestó que ante el problema de seguridad alimentaria por la carencia de alimentos y de productos básicos, América Latina se presenta como la gran alternativa para ayudar a responder a estos problemas.
¿Está Latinoamérica preparada para responder al reto?
Este llamado que se convierte en una gran oportunidad para que esta región del continente sea el gran proveedor alimentario de Europa y el mundo, se enfrenta a la realidad de un campo latinoamericano que ha venido quedando despoblado de los productores campesinos que en tiempos anteriores surtían los cultivos de alimentos para la población.
Los efectos de una apertura comercial desbordada con los tratados de libre comercio que adolecieron de un equilibrio con medidas proteccionistas de los agricultores y del campesino productor, unido a factores como el desplazamiento hacia las ciudades por la falta de oportunidades y la violencia que se ha vivido en paises como Colombia,hace que el rescate de un campo productivo sea una tarea inminente que comprometa tanto a los gobiernos nacionales como a las mismas potencias desarrolladas con sus organismos multilaterales, para hacer posible recuperar esa despensa de alimentos para los habitantes del planeta.
Este plan debería ir acompañado de reformas eficaces para aumentar la productividad y la competencia, como también del mejoramiento de la educación,de la disminución de la desigualdad y del cambio de los sistemas tributarios, según indicó Goldfajn.