jueves, 22 de diciembre de 2022

Rechazo por privación de libertad a obispo nicaragüense Rolando Álvarez

El obispo de Matagalpa Rolando Álvarez durante el interrogatorio a que fue sometido.

Un rechazo por privación de la  libertad a obispo nicaragüense Rolando Álvarez se ha producido desde diferentes organizaciones internacionales y feligresía católica en nicaragua y alrededor del mundo, luego de conocer varios días atrás la imagen en la que se ve al prelado en un interrogatorio con  un funcionario del Estado nicaragüense, en donde se le aprecia despojado de sus vestiduras de religioso y mostrando un notorio semblante demacrado en que pareciera reflejarse una ligera  inflamación de su pómulo derecho de lo que presumiblemente podría ser el producto de un golpe en su rostro.

Según informó  la Dirección de Prensa y Relaciones Públicas del Complejo Judicial Central de  Managua: "el 13 de diciembre en los Juzgados del Distrito Penal de Audiencia de Managua, se admitió acusación presentada por el Ministerio Público contra el Obispo de Matagalpa Rolando Álvarez".

Según lo dado a conocer en un comunicado oficial emitido  por el gobierno de Daniel Ortega, las acusaciones contra el obispo que tiene bajo su pastoreo la Diócesis de Matagalpa,  se basan en los delitos de concierto para delinquir, conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas a través de las tecnologías de la información y la comunicación en perjuicio del Estado y la sociedad nicaragüenses.

El obispo de Matagalpa se encontraba bajo detención domiciliaria en Managua desde finales de agosto, luego de ser retenido el 19 de ese mes en su casa en Matagalpa, la cual estuvo cercada por miembros de la policía nicaragüense por espacio de  quince días.

Asi es como después de más de 110 días el régimen de Ortega, cuya vicepresidente es su esposa Rosario Murillo, presentó cargos contra el prelado.

De acuerdo a lo divulgado por parte del aparato judicial a Mons. Álvarez se la ha nombrado un defensor de oficio,decretando su arresto y programándose su primera audiencia pública para el 10 de enero de 2023.

La anterior situación ha hecho que se levanten varias voces de indignación por lo que se ha visto como una persecución contra el obispo Álvarez, quien ha sido una persona que ha expresado su inconformidad con varias actuaciones de este gobierno.

Por su parte el presidente Ortega ha manifestado una posición radical respecto a la cúpula de la Iglesia Católica y algunos sacerdotes, como lo afirmara últimamente  en una ceremonia de graduación de oficiales de la policía, en donde manifestó varias críticas a lo que según él ha sido la intervención de sacerdotes y obispos en hechos de instigación contra su gobierno, promoviendo el descontento de la población desde los templos, evocando a su vez el pasado y  calificando  a  varios  obispos de haber sido complacientes con la antigua dictadura de Anastasio Somoza, asesinado el 17 de septiembre de 1980 en Asunción del Paraguay, luego de retirarse del poder, saliendo de Nicaragua para exiliarse  en tierra paraguaya.

Vale anotar que la relación entre Ortega y la jerarquía Católica de Nicaragua ha sido muy espinosa, desde su primer  gobierno en el período de 1984 -1990 luego del ascenso al poder del movimiento guerrillero sandinista.

Ortega había buscado la reconcliación con la Iglesia Católica antes de lanzarze a su otra aspiración presidencial en el 2006 en donde gana las elecciones, conservando el poder hasta la fecha por un espacio de 16 años ininterrumpidos, en lo que ha sido calificado  por sectores de opinión como una régimen  dictatorial.

Por su parte el Nuncio Apostólico del Papa Francisco Monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag, embajador en Nicaragua  del Estado Vaticano, fue expulsado en Marzo.

Varios templos en Nicaragua han sido objeto de profanación ante lo que pareciera una actitud complaciente de las autoridades.

De acuerdo a un artículo publicado en el medio nicaragüense El Confidencial, el gobierno de Ortega: "ha condenado a más de 40 presos políticos”,  indicando además que en la misma causa se ha acusado al presbítero católico Uriel Antonio Vallejos, sacerdote que se encuentra en el exilio y  que dirigía el Canal y Radio Católica de Sébaco,cerrado por el gobierno sandinista de Ortega el 1 de agosto.

El organismo judicial nicaragüense  ha declarado al sacerdote Vallejos como “prófugo de la justicia”, solicitadando su detención a la Interpol.

Entre las medidas que ha dispuesto este gobierno se encuentra la prohibición de manifestaciones públicas de la fe como es la procesión de la  Inmaculada Concepción que tiene gran arraigo y tradición entre los fieles católicos de este país centroamericano.

Según la abogada e investigadora Martha Molina:"en el período comprendido entre abril de 2018 y  octubre de este año hubo 396 ataques contra la Iglesia Católica en Nicaragua. Esto significa un aumento de 206 incidentes en comparación con el primer informe, publicado en mayo de 2022".

Dentro de los casi 400 ataques relacionados hay denuncias de profanación, robo, amenazas y discursos de odio. Según el informe en este período hay documentados ataques a varios obispos, sacerdotes, religiosas y laicos.