viernes, 19 de agosto de 2022

El santo que libró de una epidemia a pueblo de Colombia

Imagen de san Roque durante la procesión en Guacarí-Valle del Cauca-Colombia. Foto cortesía de Hernando Quintana Rojas.

El santo que libró de una epidemia a pueblo de Colombia hace parte de una de las historias que se ha conservado a lo largo de dos siglos dentro de la tradición del municipio  colombiano de Guacarí en el departamento del Valle del Cauca.

Mirando hacia el pasado nos remontamos  al año de 1862 cuando Guacarí apenas era un pequeño poblado ubicado en el centro del valle del rio Cauca, donde aún este territorio no era un departamento de Colombia, siendo en ese momento parte del Estado del Cauca en la época de la república federal, teniendo como capital a la ciudad de Popayán.

Tanto las vías como los adelantos en materia de programas de salud pública e infraestructura hospitalaria eran muy incipientes en cuanto a planes de prevención y vacunación contra enfermedades infectocontagiosas.

Fue allí, en ese contexto en donde aparece un brote de viruela que se propaga de tal forma como una epidemia mortal en donde la población más vulnerable de niños y adultos mayores, lleva la peor parte.

El pueblo acongojado por la enfermedad que se expande de forma  incontrolada acude al único recurso con el que cuenta toda la población sin excepción, desde el más rico hasta el más pobre, cual es la fe en el Dios de sus antepasados.

Es así que unidos en un mismo  clamor salen en una  multitudinaria procesión  a las calles para pedir la intercesión del santo que en la época del medioevo en vida  obró  el milagro de arrebatar de las garras de la muerte a muchos de  los habitantes de los pueblos de Italia  que caían como víctimas de la peste  que asoló al territorio europeo, cuando corría el año de 1378.

De esta manera es que al final de procesiones, plegarias, promesas y penitencias, la epidemia  comienza a detenerse pudiendo ser controlada.

Finalmente la intercesión  de San Roque fue declarada por el fervor popular como el hecho determinante que salvó a la gente de Guacarí de la viruela.

De esta forma es  que cada año en el mes de agosto, en que se recuerda a  san Roque, según la liturgia católica romana,la población celebra sus  fiestas patronales que llevan el nombre del santo, rememorando su intercesión poderosa que salvó a la gente de Guacarí.

La celebración que comprende diferentes actividades culturales, religiosas, artísticas y recreativas, tiene su acto más representativo en la procesión con la imagen de San Roque que reúne a multitud de fieles y personas que también llegan a este municipio como visitantes.

En años anteriores se ha tenido la reliquia del santo que se ha traido desde  Montpellier (Francia),ciudad donde nació San Roque.

Niños durante la procesión de san Roque en Guacarí-Valle del Cauca-Colombia. Foto cortesía de Hernando Quintana Rojas.

Algo de la historia de San Roque

San Roque (Roch de Montpellier) era hijo del gobernador de Montpellier, lugar en donde nació en 1378.

A sus 20 años sus  padres murieron y fue asi que  durante la epidemia de peste que se extendió en aquel momento en el territorio italiano, el santo asumió la tarea de  ayudar a los enfermos, que según  testimonios,  eran muchos de ellos curados con  solo él hacer sobre cada enfermo la señal de la cruz.

Pero la entrega fue tanta e infatigable que minó la resistencia del santo que fue puesto a prueba al contraer la peste, encontrándose  en  su labor humanitaria dentro de  uno de los hospitales de Piacenza.

El santo viéndose enfermo y al querer  evitar contagiar a alguna otra  persona, decide irse al campo a un lugar apartado, refugiándose en una cueva.

Dice el relato transmitido de forma oral de generación en generación que en ese lugar al llegar San Roque surgió un nacimiento de agua del que él se sirvió para sobrevivir.

Igualmente se relata que careciendo de medios para alimentarse y encontrándose muy débil y enfermo para salir a buscar el alimento afuera,de pronto apareció un perro que todos los días le llevaba un pan.

Se cuenta también que una vez el amo del perro al notar que faltaba siempre un pan dentro de la canasta donde se guardaban los panes,decidió ponerse a vigilar para descubrir al perro, siguiéndolo para encontrar con asombro que el animal estaba cumpliendo la misión de alimentar a san Roque.

El hombre al ver conmovido esta imagen se lleva al enfermo llevándolo hasta su casa para atenderlo.

Al final los cuidados logran su efecto y este se recupera, regresando al pueblo en donde se hallaba antes, asistiendo a varios enfermos que fueron sanados, al igual que mucho ganado animal que estaba infectado.

La injusticia y el sacrificio de san Roque

Cumplida su misión decide retornar a Montpellier,su ciudad natal,pero encontrándose esta localidad en guerra,es confundido con un espia y arrestado cargándole acusaciones de las que él no se defiende, siendo encarcelado por espacio de cinco años hasta su fallecimiento en esta prisión.

La canonización de san Roque, de acuerdo al estudio y seguimiento hecho por la autoridad ecesiástica romana, se dio al verificar con testimonios muchos milagros,varios de los cuales se produjeron en su tumba.