miércoles, 4 de mayo de 2022

Corrupción, ¿en qué paises latinoamericanos está la mayor?


Foto ilustrativa tomada de elespectadorhn.com

La corrupción, ¿en qué países latinoamericanos  está la mayor?es uno de los interrogantes que se presenta,observando uno de los   mayores azotes que tiene postradas a las naciones de este hemisferio,en su mayoría de habla hispana,exceptuando Brasil de lengua portuguesa y algunas islas del Caribe como Jamaica y Haití, junto a las Antillas menores y otros pequeños países como Surinam y las Guyanas en Suramérica  y Bélice  en Centroamérica, de habla inglesa,francesa y nerlandesa.

Son diferentes los escándalos de corrupción que en países como Perú se  han destapado, involucrando a varios presidentes y funcionarios de mediano y alto rango que se han visto envueltos  en procesos judiciales, algunos privados de su libertad. Hecho que  también ha ocurrido en otros países como Colombia y Brasil.

Coimas y sobornos a funcionarios públicos, sobornos en la contratación pública, malversación de fondos públicos, complicidad con organizaciones narcotraficantes  y que delinquen,son algunos de los casos que se han dado a conocer por diferentes medios de prensa.

Los balances reflejan que en América Latina han sido muy lentos los progresos en un mapa mundial  de la corrupción  que presenta entre 180  países a Uruguay en el puesto 21 y a Venezuela entre los últimos, según un informe entregado por Transparencia Internacional.

En este panorama orbital en una escala de puntuación que va de 0 a 100 en una tabla donde los  países de mayor puntuación son los de  menores índices de corrupción, Dinamarca está a la cabeza como el menos corrupto con  88 puntos, junto con Nueva Zelanda,y en la posición 10 de los  que tienen menos  corrupción se encuentra Luxemburgo  con 80 puntos.

De los diez estados menos corruptos,nueve son europeos, cuatro de ellos  escandinavos y solamente uno es de Asia como lo es  Singapur con 85 puntos.

En esta lista de los menos corruptos no se haya ningún país de África o América.

Los más y los que menos se perciben como corruptos 

La percepción de los niveles de corrupción  en los países de América Latina entrega unos resultados según una medición, dentro de esta puntuación que va del 100 a 0 con la mayores puntos para los de  menor percepción de  corrupción, arrojando los siguientes resultados:

Uruguay                    73 puntos

Este país suramericano es percibido como el de menor corrupción en Latinoamérica,con un puntaje de 73 duplicando el promedio  en Suramérica.

Los  países con menor percepción de corrupción

Chile encabeza la lista como el segundo país con menor percepción de corrupción en América Latina y el Caribe.


Chile.                     * 67 puntos

Barbados           65 puntos

Bahamas           64 puntos 

San Vicente

y las Granadinas. 59 puntos

Costa Rica          58 puntos

Santa Lucía           56 puntos

Dominica           55 puntos

Granada            53 puntos

Cuba                    46 puntos

Jamaica                    44 puntos

Trinidad y Tobago  41 puntos

Media regional*      41 puntos

Los países de mayor percepción de corrupción

Venezuela, Haití y Nicaragua cierran la lista como los países en Latinoamérica y el Caribe  en donde en mayor grado se percibe la corrupción.Le siguen:

Colombia           39 puntos

Guyana                    39 puntos

Surinam            39 puntos

Argentina             38 puntos

Brasil                     38 puntos

Ecuador                     36 puntos

Perú                     36 puntos

Panamá                    36 puntos

El Salvador            34 puntos

México                    31 puntos

Bolivia                    30 puntos

Paraguay            30 puntos

Rep.Dominicana     30 puntos

Guatemala             25 puntos

Honduras              23 puntos

Nicaragua          * 20 puntos

Haití                  * 20 puntos

Venezuela          * 14 puntos

Más leyes y represión pero sigue la corrupción

La creación de más leyes anticorrupción,la elevación de las condenas carcelarias y  la agudización de los procedimientos para contratar con el Estado y vigilar a los funcionarios públicos  han conseguido descubrír nichos de corrupción y hacer pagar condenas a funcionarios corruptos, pero no  logran estirpar el mal que se ha transformado en toda una cultura que genera un sistema de complicidades, en donde llegar al servicio público para saquear se convierte en toda una empresa, al mejor estilo que practicaban los antiguos corsarios o piratas,algunos de los cuales conseguían las patentes de corso de monarcas; lo que les posibilitaba  navegar con la autorización para atacar barcos de países considerados enemigos, asaltando  a  las embarcaciones en alta mar con los cargamentos de piedras, metales  preciosos y mercancías.

De allí que las filiaciones políticas son en estos casos, parodiando este ejemplo,las patentes de corso que buscan los inescrupulosos que van con la intención de enriquecerse.

La situación  es que paradójicamente el sistema montado como anticorrupción en naciones como Colombia, en lugar de cumplir plenamente con el fin para el que fue creado,termina torpedeando la labor del funcionario que llega con buenas intenciones de hacer obras, pero ante tantas trabas y auditorías,con el peligro de verse envuelto en una investigación,debe claudicar para dejarle el camino libre a quienes se han profesionalizado en el arte del "pirataje" en lo público y han formado sus equipos para conseguir sobornar en gran nivel y lograr así extraer las grandes tajadas del tesoro público.

Según un exfuncionario de Colombia,cuyo nombre solicitó ser omitido,"Con las leyes anticorrupción de este país en muchos casos a un servidor público le es más fácil ir a la cárcel por un lápiz o una silla que se pierda, que  por miles de millones,pues con la plata todo se  puede arreglar".