domingo, 19 de febrero de 2023

El Retorno de Dror Kfir, una historia que supera los límites


Dror Kfir. Foto ilustración libro "El Retorno de Dror Kfir".

El Retorno de Dror Kfir  es una historia que supera los límites, encarnada por un  hombre cuyo nombre traduce  libertad y quien vive una experiencia salida de lo común, entre la vida y la muerte, saliendo de su natal Israel en donde fue criado en uno de los  kibutz, fundado por varios de los sobrevivientes del holocausto Nazi, como fue  su padre, iniciando en su juventud  un recorrido por varios países de Europa y América, en donde aprendió lecciones que solo se revelan para quien está dispuesto a ir más allá de lo establecido. 

Entregamos la transcripción de la entrevista dada a esta fuente por Dror Kfir.

ASIIP ¿Usted sale de Israel con muy poco dinero y un destino incierto, ¿Por qué motivo?

DK Bueno, el motivo por el cual  me fui de Israel fue para cumplir mi sueño.

Siempre tuve el sueño de salir de mi país y al final lo realicé  después de una larga infancia en donde desde chico me criaron de una forma muy estricta, razón por la cual por mi personalidad, siempre buscaba salir de ese sistema y desde pequeño me surgió el sueño de salir a conocer el mundo, y finalmente realicé  lo que quería.

Dror Kfir de niño junto a su padre en el kibutz donde nació.

ASIIP Nació usted en un Kibutz.¿Qué tanto le marcó la experiencia de haber nacido en un Kibutz?

DK Nacer en un Kibutz es una experiencia  que  presenta diferentes aspectos que  pueden ser agradables  en algún momento y en otros momentos no.

Un kibutz es una comunidad agrícola que funciona con base en un sistema comunal. No hay policía en el kibutz, la misma comunidad es la que determina las normas de convivencia.

Lo otra situación es que en el kibutz los niños son separados de sus padres y en general cada niño es criado por miembros de la misma comunidad.

Es un lugar muy hermoso en el campo en donde no hay tráfico de vehículos, ni el cemento está por toda parte, es una comunidad agrícola.

Por un lado, es algo muy lindo, porque tú estás dentro de la naturaleza; es un paraíso; pero por otra parte en un sistema con normas muy estrictas,  en donde todos trabajan para todos.

Imagen de los trenes de la muerte en donde fueron llevados millones de judios a los campos de exterminio Nazi.El padre de Dror Kfir fue uno de los sobrevivientes del Holocausto.

Tú no puedes pasar por encima de las normas del sistema y si no las cumples, te sacan y te dan la espalda. Es imperdonable  cuando se transgreden las normas.

La separación de los niños de los padres genera un trauma  que queda dentro de la mente de cada niño y esto deja una cicatriz para toda la vida, porque no es algo natural que un niño nazca y se alimente  del pecho de su madre y después sea separado de sus padres.

El afecto de sus padres pasan a darlo  las otras personas encargadas de esta tarea. Esto deja un trauma. Pero en general es un sistema hermoso, a pesar de todo.

ASIIP¿Qué tanta diferencia encuentra entre la época que vivió en sus viajes y la actual?

DK Mi juventud en el tiempo en que presté tres años de servicio militar a mi Estado, con mi crianza en un kibutz, era una época de la juventud en la que uno quiere explorarlo todo, en donde uno quiere experimentar cualquier cosa. Mi sueño siempre era salir del sistema.

En los tres años del ejército y el tiempo de la comunidad agrícola, era todo muy estricto para mi personalidad, nunca me adapté al sistema de 2 y 2 son cuatro 8 y 8 dieciséis, siempre quise vivir el momento en mi juventud.

Hoy en día las cosas son muy diferentes, ya han pasado muchos años y esto ya forma la segunda parte de mi libro. Este es otro mundo, el mundo no es como anteriormente; en los años ochenta era otra realidad, mirando la misma forma como  viajé.

Extremo derecho: Dror Kfir en Italia,en uno de los episodios que cuenta en su libro. Foto de archivo.

Tenemos hoy  otra forma de viajar, con tarjetas de crédito. Yo empecé mi aventura con solo 200 dólares. Son dos mundos diferentes, dos épocas distintas, son dos maneras de ver la vida hoy y antes. Así que tengo dos partes de mi vida, la de ayer y la de ahora.

ASIIP ¿En  estas experiencias llegó en algún momento a correr peligro su vida?

DK ¡Claro! esa aventura es muy peligrosa, yo creo que es una forma muy poco común la manera como yo partí de mi tierra solo con 200 dólares.

En esa época 200 dólares eran un poco más que hoy día, era hace 40 años, igual era muy poco.

Yo partí  hacía Grecia que está, cerca de Israel, con un boleto solo para ida. Allí trabajé en lo que se me presentó y en labores agrícolas en una finca. Era algo maravilloso por mi edad, en donde todo lo quería explorar, para mí era algo fascinante.

Izq. Dror Kfir en Riobamba-Ecuador, en un episodio más de su viaje, junto a Alonso Moreno Sáenz.

Pero creo que en general,  cuando uno parte de su tierra para una aventura, como  lo hice, con esta poca cantidad de dinero, esto le genera a uno muchos peligros y yo tengo dentro del libro, episodios entre la vida y la muerte, en una  lucha por sobrevivir,  conociendo muchos países en esta forma.

Parte del libro es una aventura, en donde se lucha  para conocer el mundo y en esto se recoge  bastante experiencia. Es algo en lo que se aprende mucho, idiomas, culturas, como actuar con la gente, a donde poder ingresar, y a donde no. Hay países con lugares que son muy peligrosos, ciudades en las que hay partes peligrosas, a la vez que hay un gran aprendizaje en toda la aventura. 

Labores agrícolas en kibutz de Israel.

ASIIP ¿Pensó alguna vez en devolverse a su tierra?

DK Bueno, yo sabía que al final regresaría, pero  no quería quedarme viviendo allí, porque buscaba otras oportunidades. La situación económica en Israel  para las personas no es fácil, como sucede en  buena parte del mundo.

Pero  las  raíces de  uno nadie se las  puede arrancar; tanto el  idioma, como la cultura  y la gente que uno quiere y la que  representa algo,  están dentro de  uno. Cuando una persona parte de un país siempre lleva su patria dentro de sí misma, eso nadie se lo puede quitar.

Si alguien dice lo contrario,  creo, es una mentira. Mi tierra es parte de mí ser. Yo soy esa nación. Los años que viví  esta aventura fueron difíciles por la situación económica que enfrenté, pero nunca me rendí ante mi objetivo.

Los kibutz en Israel nacieron como comunidades agrícolas. Dror Kfir vivió su infancia y adolescencia en un kibutz. Foto de un kibutz.

ASIIP ¿En todas sus vivencias, cuáles fueron sus mayores aprendizajes?

DK Es una buena pregunta. Cuando se viaja por el mundo, como en mi caso, se  presentan situaciones  difíciles y allí aparecen muchas dudas para decidir continuar. Pero creo que cuando uno quiere algo, tiene fe y está siempre pensando en ello, sin distraerse mirando a uno u otro lado y siempre mirando hacia el frente, todo se le cumple.

Hay un Dios allá arriba que está siempre con uno y si uno quiere realizar algo y es fiel a esa idea, con el tiempo se cristaliza.

Mi experiencia fue un aprendizaje porque hice cosas que pueden parecer imposibles, haciendo uso de mi fuerza interior para lograrlo y al final se realizó mi sueño y estoy bien.

Después de  todas las duras experiencias lo logré, por mi fe y firme deseo.

Dror Kfir durante la entrevista. Imagen tomada de video.

ASIIP ¿Su nombre traduce libertad. ¿Qué significa  para usted la libertad?

DK La palabra libertad la podemos considerar  dentro de mi experiencia en dos partes. En el momento presente  y al comienzo de mi aventura, cuando estuve en el kibutz  y durante el tiempo de mi servicio militar.

En este primer momento la libertad para mí era salir fuera del sistema comunal; que ya no me fueran a controlar a la hora de mi llegada y cuando saliera; o lo que tengo o no tengo que hacer. Era para mí liberarme  de esas normas estrictas que me tocaba cumplir cuando estaba en el ejército. Esto era para mí, en términos generales la libertad.

Hoy en día después de todo un recorrido, creo que la libertad es amor al prójimo. Es cuando creo que el mal va a salir del interior de cada ser humano, como es la envidia, los celos la mentira, en general todo el mal que tenemos dentro. Allí va a entrar el amor al prójimo y esto tiene que ser pronto.

Hasta que el mal no vaya a salir de acá no existe la palabra libertad y nadie puede estar libre.

Uno puede trabajar y tratar de alcanzar algún tipo de libertad, pero solamente se es libre cuando se tiene amor al prójimo y hasta que el mal no salga de acá  no se  puede ser libre.

ASIIP ¿Qué le animó a querer escribir un libro?

DK Siempre quería dar un mensaje a la gente. El libro relata una aventura hermosa.

Cuando se sale de un país sin nada, teniendo que   hablar otros idiomas y familiarizarse con otras  culturas, se aprende mucho  de la gente en esta lucha por la vida.

Creo, tiene muchos puntos interesantes, por lo cual siempre tuve la idea de sacar estas experiencias a la luz. Espero que las personas aprendan algo en mi libro, porque este libro lleva un gran mensaje.