sábado, 14 de enero de 2023

La primera americana nació en Barranquilla

Aeropuerto fluvial. Foto tomada de grupo de facebook de SCADTA.

La primera americana nació en Barranquilla la puerta del caribe de Colombia, país que por encima de todos los países de este hemisferio le dio la cuna a la que se constituyó como la primera compañía aérea de América y la segunda en el mundo después de KLM  de los Países Bajos.

De los barranquilleros se conoce, como se dice en el argot popular colombiano que son "guapachosos", fiesteros como ningunos, con un carnaval que junto con el de Rio de Janeiro es en América  de los más famosos del mundo, pero de allí a pensar que son los padres de la aviación en el continente americano y en el planeta tierra,  es como difícil de digerir para alguien del interior de Colombia que tiende a asociar a los habitantes del puerto caribeño como a los  "mamagallistas" del goce,pero no vinculados  con los grandes emprendimientos e iniciativas que en el pasado han marcado un hito en la historia y el desarrollo de este país.

Pero para hablar con propiedad através de testimonios que descubren un poco más está historia tejida con los hilos del realismo mágico al mejor estilo de una obra de Gabo, insigne nobel colombiano,encontramos con fortuna  por los lados de Sabanalarga, a pocos kilómetros de la capital atlanticense, a uno de los herederos del legado de la historia de la aviación, Roberto Noguera, bisnieto de Aristides Noguera, uno de los cinco barranquilleros visionarios  que junto con tres alemanes le pusieron alas a los sueños de quienes siempre qusieron volar en los cielos de Colombia.

Los primeros hidroaviones que volaron en Colombia llegaron  a regiones donde dificilmente podían arribar aeronaves por tierra.Foto tomada de grupo  SCADTA de facebook. 

El momento que dio inicio a todo se dio un 5 de diciembre de 1919 cuando los barranquilleros : Ernesto Cortissoz, Aristides  Noguera, Jacobo Correa, Rafael María Palacio, Cristóbal J. Restrepo junto con los alemanes Alberto Tietjen, Stuart Hossie y Werner Kammerer firmaron el acta de constitución de la Sociedad Colombo Alemana de Transporte Aéreo “SCADTA“,  siendo la segunda aerolínea del mundo, después de KLM de los Países Bajos, fundada el 7 de octubre del mismo año y la primera aerolínea de América.


Los fundadores de SCADTA hoy Avianca. Foto tomada de facebook grupo SCADTA.

Las primeras reuniones de los socios fundadores se realizaron en el hotel Moderno,según anotan algunos familiares de los creadores de compañía de aviación.

SCADTA  operó bajo ese nombre desde 1919 hasta 1939 y en 1940 cambió su denominación por la de Aerovías Nacionales de Colombia S.A más conocida como Avianca.


Aristides Noguera, uno de los fundadores de SCADTA junto a su madre(sentada) Desideria Martínez Lozano y su hermana menor  Victoria Elena Rojas Martínez . Foto cortesía de Roberto Noguera.

Cabe anotar que casi como si fuera una emulación, de forma consecutiva, 26 dias  después,  el 31 de diciembre de 1919 mediante la Ley 126 de ese mismo año aprobada por el presidente Marco Fidel Suárez,  se creo la aviación militar de Colombia, dando origen a la Fuerza Aérea Colombiana que  actualmente tiene el principal centro de formación de sus pilotos en la Escuela Militar de Aviación "Marco Fidel Suárez" que tiene su sede en el barrio La Base de la ciudad de Cali.

El hotel Moderno en Barranquilla, ayer y hoy; lugar en donde realizaron las primeras reuniones los socios fundadores de SCADTA.

Las pistas en los rios

Una de los desafíos que debían afrontar los primeros vuelos era donde ubicar las pistas para aterrizar, algo que no era tan sencillo en momentos que se carecía de pistas y por supuesto de aeropuertos, sin embargo, estaba el emprendimiento e ingenio  de los colombianos que nunca falta, con la organización y disciplina férrea de los alemanes que en conjunto encontraron en los rios, varios de los cuales eran por aquel momento navegables, el medio donde poder hacer que los aviones acuatizaran,de allí que las primeras naves utilizadas fueran hidroaviones que se deslizaron por el rio Magdalena, algunos tipo Junker que habían sido aviones de combate en la Primera Guerra Mundial.

Los primeros aviones aterrizaban en el río Magdalena y luego entraban por un caño hasta las instalaciones de Veranillo. 

Bautizo del hidroavión Bogotá.Foto compartida por Roberto Noguera.

Lo que había surgido en Barranquilla era uno de los grandes emprendimientos concebidos en esta región del continente por un grupo de visionarios que con su propio esfuerzo habían conseguido que cada vez más personas creyeran en esta iniciativa, tal vez para muchos utópica en un país con varios indicadores de retraso frente a otros que se proyectaban como potencias en la industria y en la aún incipiente tecnología de comienzos del siglo XX.

Los rios fueron las primeras pistas naturales de aterrizaje en Colombia.Foto tomada de facebook grupo de SCADTA.

De la alegría inicial a la tragedia

Pero este triunfo de la fe y la genialidad se vio eclipsado por un hecho que impactó de gran manera a la sociedad barranquilera y, lo que se veía como un vuelo más, terminó convirtiéndose en el siniestro que enlutó por siempre a la capital costera cuando un 8 de junio de 1924 el hidroavión Junker A-16 "Tolima" de SCADTA hoy Avianca, se accidentó en cumplimiento de una campaña cívica en donde en un  vuelo se lanzarían  desde el aire volantes, promoviendo la canalización de Bocas de Ceniza para la desembocadura del rio Magdalena.

Los mártires de Bocas de Ceniza.Foto tomada de facebook grupo SCADTA.

Las probables causas del accidente se atribuyen a un incendio generado con el abundante papel de los volantes que cogieron al piloto y a sus pasajeros sin los medios eficaces para extinguir el fuego, lo que llevó a que  la aeronave se precipitara en tierra en un barrio céntrico de  la ciudad capital, sobre la calle 40 entre carreras 41 y 43 en el patio de la familia Glen,  falleciendo sus seis ocupantes, entre quienes estaban: el presidente de SCADTA Ernesto Cortissoz y el piloto alemán Helmuth von Krohn.

Jaime Cortissoz nieto del fundador y primer presidente  de SCADTA Ernesto Cortissoz, junto al monumento en memoria suya y de las demás víctimas del accidente aéreo. Foto de facebook  de Jaime Cortissoz. 

Como un homenaje póstumo a las víctimas del siniestro  y para la fijación en la memoria de las personas, en la glorieta del hoy parque de  Los Fundadores se colocó en 1927 el monumento El Águila,  coronando un obelisco en reconocimiento a los Héroes de la Aviación en Colombia y Mártires de Bocas de Ceniza que perdieron su vida en este accidente aéreo.

La Avenida Central de El Prado en Barranquilla años atrás, lugar en donde se ubicó el monumento a las víctimas del accidente que cobró la vida de los mártires de Bocas de Ceniza. Foto de facebok de Jaime Cortissoz.

Luego de tener varios cambios y presentar deterioro por el paso del tiempo, finalmente la secretaría de Cultura de Barranquilla reconstruyó el obelisco original que tenía el águila, inaugurándolo el 5 de diciembre de 2019 dentro de la conmemoración de los 100 años de SCADTA.

Además de lo anterior, homenajeando el nombre de Ernesto Cortissoz, al aeropuerto internacional de Barranquilla se le colocó su nombre.

Agradecimiento a Roberto Noguera Angarita,bisnieto de Aristides Noguera,uno de los fundadores de SCADTA, actualmente Avianca.