miércoles, 10 de agosto de 2022

Lu James, revive un cuento de hadas en Latinoamérica

Lu James. Foto tomada de Facebook

Lu James, revive un cuento de hadas en Latinoamérica, aquellos que algunos  desde muy niños escucharon en el regazo  de sus padres o pudieron leer  en su biblioteca escolar durante su infancia cuando aprendieron las primeras letras.

Es que precisamente basta para mirar a esta rubia y esbelta mujer de tersa piel blanca,finos modales,gracil figura y dulce voz, para transportarnos a los bosques  mágicos de hadas,principes,castillos y leyendas de villanos y herores que luchan por el rescate de su princesa cautiva.

Y es que  las raices de esta sin igual  mujer nos llevan hasta la Irlanda de las historias  y leyendas de lo   todo posible, de los bosques con la magia de despertar el ser  interno que duerme  y espera ser liberado  de su hechizo por un toque de amor.

Es una energia que fluye magicamente cada vez que Lu toma su guitarra para cantar cualquier canción que sale desde lo profundo de su ser,  o cuando su cuerpo se mueve produciendo casi un trance hipnótico para  quien tiene el privilegio de poder contemplarla bailar cualquier ritmo, en especial cuando baila alguna danza  oriental o  baile latinoamericano que disfruta como ningún otro.

Un talento que a pesar de ser  natural se ha pulido como la más fina de las esmeraldas, estudiando danza contemporanea  en la universidad y también ballet clásico, teniendo a su vez un título como licenciada en Educación Artística, que poco ejerce, pues la agitada agenda que cumple al estar en varios eventos  se lo impide.

La música y la inspiración desde  pequeña siempre la han acompañado, componiendo canciones desde los 11 años en el paraíso natural en donde creció en Colombia.

Es una fuente inagotable de la que fluyen canciones de diferentes géneros que van desde la música irlandesa,latinoamericana,country,reggaetón,rap y otros.

Actualmente se encamina a presentar un álbum musical que está grabando en Bogotá con la producción de Mauricio Cano y los arreglos de Orlando Sandoval, titulado : "El Mensaje de las Montañas".

Lu James con traje de danza oriental. Foto tomada de Facebook.

Canciones que guardó desde adolescente en su mente y corazón, esperando el momento de su vida para sacarlas a la luz,siendo  ahora,causalmente el instante en donde se lanza en todos los  continentes un SOS por el planeta tierra y  la especie humana que está a punto del colapso total ante la destrucción de la naturaleza.

Un  mensaje inspirado desde las montañas andinas de Colombia que busca despertar conciencia sobre la naturaleza como patrimonio de la humanidad que se debe cuidar, pensando en lo que se le va a dejar a las generaciones venideras. 

En la producción también está el tema de la valoración de la mujer campesina y de todas aquellas que han sufrido la desigualdad y el maltrato y, el de la paz como valor universal para alcanzar,cantándole en diferentes géneros  a las regiones colombianas y al campo,fuente de vida que produce el alimento.

Algo de la historia de Lu y su familia

El periplo hacia América comenzó para Lu en 1998 hoy hace un poco mas de tres décadas, cuando cumpliendo apenas siete años de edad llegó a tierras colombianas de la mano de su madre Jenny y junto a su hermanas menores Katie James y Alice.

Iban hacia los andes bolivianos pero un gesto de una  sencilla mujer colombiana llevó a este nucleo familiar a descubrir la alegría y calor que comunica la gente de este país,encontrando los motivos para  quedarse en esta  tierra.

La intención era buscar un ambiente natural alejado del ruido y el embotamiento del consumo para vivir plenamente con la naturaleza e instalarse en una  comunidad que tuvo  el nombre de Atlantis  y en la que se pretendía cuidar el medioambiente, el agua y trabajar la tierra para producir el alimento, llevando una dieta vegetariana, educando  a sus hijos con un elevado nivel ético y de responsabilidad, sin apegarse a cultos religiosos.

El origen de la comunidad 

La comunidad fue formada inicialmente en Irlanda   por su madre Jenny James en  1969 y la integraron ecologistas, activistas antinucleares y practicantes de una terapia de recuperación mental y emocional.

La terapia fue creada por el psicólogo estadounidense Arthur Janov en 1970 y se dio a conocer publicamente  cuando el exbeatle John Lennon inició su tratamiento con el mismo Janov.

Esta comunidad, conocida en Inglaterra e Irlanda como ‘The Screamers’ (Los Gritadores) acogía  a personas que requerían  sanarse de traumas profundos,evitando tener que acudir a los fármacos para su tratamiento.

La comunidad se instaló inicialmente en Inishfree, una isla pequeña  y poco poblada  en el  norte de Irlanda donde estuvieron 15 años, decidiendo luego buscar otro sitio debido a dificultades logísticas, de convivencia y por la dureza del clima.

En Inishfree nació Lu (Louise),saliendo de allí con escasos 5 años  junto con su madre, Jenny James; su padre, Frederick Moloney, y sus dos hermanas,  Katie de un año y Alice de 3.

En 1987 llegan a Islas Canarias en donde viven el desafío de coexistir  de la manera más natural construyendo campamentos en cavernas y en algunas  ocasiones en casas abandonadas, viajando durante  cinco meses entre cada una de las islas del archipiélago canario, hasta tomar un barco de bandera suiza con destino a Venezuela.

Dificultades generadas por el agotamiento del presupuesto para suplir los gastos de alimentación los detienen en Cabo Verde, haciendo que deban abordar otro barco mucho más modesto de bandera francesa que los lleva hasta la isla Margarita en Venezuela para de allí pasar la frontera colombiana, continuando sus vivencias en este país que se convierte en su nueva casa,ya sin la presencia de su padre quien se había separado de ellos en  Cabo Verde para continuar su viaje solo hasta Suramérica.

En Colombia se ubicaron en Icononzo en las montañas del Tolima.

Alli Lu convivía con los demás niños que habían llegado a Atlantis en casas sin energía eléctrica, aprendiendo a seleccionar las semillas, a cultivar la tierra y a explorar el territorio. Los ríos, árboles y cascadas era su lugar favorito para jugar y compartir,una experiencia que terminó dibujando su carácter como una mujer con un espíritu libre y sensible para compenetrarse con la naturaleza y su entorno.

Vivían en un paraiso natural desconectados de los tormentos y convulsiones de las ciudades,sin embargo,el conflicto  interno colombiano  que  tiene uno de los escenarios  más crueles en el campo la tocó a ella y  a esta comunidad que  fue desplazada de manera forzosa de Rovira Caquetá en donde desde 1998 se había instalado, cumpliendo tres años.

En su retorno al Tolima esta comunidad atraviesa uno de los momentos más difíciles con los asesinatos por parte de las Farc de Tristán, sobrino de Lu,hijo de su hermana Becky  y, de su amigo Javier Novoa.

Una experiencia muy dura que marcó a su madre y a toda su familia, pero que templó  aún más el  carácter de Lu y afianzó el amor por la tierra que ha sido para ella su hogar.

Actualmente la comunidad Atlantis se mantiene en la región del Puracé en límites del departamento del Huila, con su madre Jenny,su hermana Becky y Katie que  frecuenta la finca  y se la goza junto con ella, cada vez que puede visitarla y reencontrarse con este entorno de naturaleza y vida.