Mariana Ospina Pinilla junto a su familia. Fotos: Asiip-press.
Mariana Ospina Pinilla es una vida que crece con el arte, cuyo testimonio deja muchas enseñanzas.
Ingresamos al lugar de exposición para encontrarnos enfrente con con varias obras pictóricas, e inmediatamente preguntamos por la señora artista responsable de tan prolífera creación.
Nos señalan un lado del angosto pasaje, pero tan solo vemos una pequeña niña con quien al parecer sería su madre.
Reiteramos nuestra pregunta y es allí cuando en medio del grupo de asistentes se nos presenta el maestro Duver Silva, pintor y escultor, quien con una sonrisa en sus labios mira hacía un lado y nos dice: "ella es la artista".
Entiendí que era la señora que estaba con la niña.
Me dirijo a la señora, pero el maestro Silva, me dice con énfasís: ¡No!, es la niña.
¿La niña?, le dije, ¿una pequeña de menos de 10 años de edad era la artista que estaba presentando esa exposición individual?
Pues realmente si, lo más curioso es que todo imaginaríamos, menos encontrar que la artista de la tarjeta de invitación era Mariana Ospina Pinilla, una chiquilla que exponía a tan corta edad una serie de obras.
Mariana Ospina Pinilla junto a su profesor, el pintor y escultor Duver Silva.
En realidad esta es una de las entrevistas más poco convencionales, partiendo del hecho que para hablar con Mariana tuvimos que descender varios centimetros, para bajarnos un poco de nuestra estatura.
Un ejercicio que termina siendo interesante, cuando nos damos cuenta que hay que bajarse de posiciones altivas y hasta egocéntricas para poder escuchar bien a otro ser humano.
El hablar a una niña como ella nos hacía recordar que también fuimos niños en donde en muchas ocasiones que llegábamos a lugares de adultos, nuestra posición era relegada y la menos importante, los grandes hablaban y los chicos escuchaban callados.
Aquí era diferente, la niña artista hablaba y todos intentaban guardar silencio para escuchar atentamente lo que decía sobre su obra e inspiración.
Mariana con tan solo nueve años empezó a descubrir su sensibilidad por la pintura a los seis años.
Con una voz tierna nos dice que su aventura en la pintura empezó porque siempre le gustó mucho. Su primer dibujo fue un paisaje que ella recuerda.
Mariana y la casa de su tio en el campo. Una de sus obras.
De todos sus pinturas una que mira con especial interés es la de la finca de su tio y nos relata que la quiso hacer porque siempre iba a la finca y lo miraba, enseñando sobre el lienzo los cuartos de la casa en el campo, los animales que se encontraban, y, los árboles.
Otra obra sobre la que posa su mirada, está en una de las esquinas del recinto, es el primer cuadro que hizo sobre el lienzo, con unas matas en un frasco de agua.
Mariana junto a su primera obra en lienzo.
Al referirse a las personas que han sido importantes para ella en su aprendizaje, afirma que el profesor Duver Silva la ha ayudado en todo momento.
Según su madre Marcela Pinilla: "Mariana comenzó a interesarse por la pintura desde que ingresó al jardín infantil,diciendo que quería ser artista, pues desde siempre le gustó dibujar y pintar".
Anotando que sus hermanos al ver su talento le comenzaron a pagar al profesor Duver Silva para que se perfeccionara en la pintura.
Su inclinación, de acuerdo a lo afirmado por su madre, "fue totalmente espontanea y por el lado de su familia no ha habido ningún artista, exceptuando por parte del papá Alexander Ospina, quien tiene una tía que pinta, pero por línea materna no", agrega.
"Ella siempre pintaba y dibujaba en la casa solita", puntualiza su progenitora.
Obras expuestas de Mariana Ospina Pinilla.
Tanto ella, como su padre, están dispuestos a seguir animándola en la pintura, porque de acuerdo a su madre, "lo que Mariana dice es que ella quiere ser es pintora y actriz.Ella le gustan mucho lo que son las artes", afirma.
Frente al caso de varios padres que dudan en apoyar a sus hijos en sus deseos de querer ser artistas, al considerar esta una profesión muy incierta, tanto ella como el padre de Mariana, piensan, que: "hay que apoyar al niño o niña en lo que quiera, porque en casos como el suyo, es algo de vocación, pues es lo que a ella le gusta".
De allí que el mensaje que le dejan a los demás padres que tienen hijos con inclinaciones por el arte, es que: "los animen e instruyan por las artes, que son muy bonitas, aparte que los mantiene ocupados y los ayuda a liberarse mucho de las emociones, pues con el arte expresan todo lo que sienten", según palabras de su madre Marcela Pinilla.
Obras de Mariana Ospina Pinilla.
Algo para considerar es que su ejemplo ya ha empezado a dejar semilla, contando dentro de su núcleo familiar con una hermana menor de cuatro años, quien también comienza a mostrar algún interés por la pintura.
Seguramente, de seguir con su crecimiento en las artes, con el apoyo y acompañamiento de su familia, la pequeña Mariana, que hoy se mira con gran sorpresa y expectativa, podrá llegar a convertirse años más adelante en una artista que se proyecte con su talento mucho más allá de las fronteras de su país.
La obra de la niña Mariana Ospina Pinilla estará expuesta durante un mes al público en la calle 6 N° 9-23 de la ciudad de Guadalajara de Buga-Valle del Cauca-Colombia.