viernes, 25 de marzo de 2022

¿Crisis alimentaria por guerra de Rusia y Ucrania toca a Latinoamérica?


Imagen superior de edificio destruido en Borodianka,en la región de Kiev,captado desde un dron,el 3 de marzo.Foto de Maksim Levin.Agencia Reuters.

La crisis alimentaria por la guerra que tiene a la población de  Ucrania en una emergencia por falta de suministro de alimentos, empieza a preocupar severamente a los países del territorio europeo que se surten especialmente de los cereales que se producen en una nación que es considerada "el granero de  Europa".

En este sentido la Unión Europea ha lanzado el programa FARM para enfrentar la escacez de alimentos en paises vulnerables.

Mediante este programa se pretende aumentar la transparencia sobre las existencias mundiales,para asegurar el suministro en los paises en riesgo,promoviendo la producción en regiones que se consideran frágiles,según afirma la pasada Declaración de la cumbre de la UE llevada a cabo en Bruselas

¿Cómo puede tocar está crisis de alimentos a Latinoamérica?

A pesar de estar relativamente  distantes,la crisis de alimentos en Europa podría posibilitar una nueva mirada hacia Latinoamérica, como la nueva despensa que reemplazaría a Ucrania.

De allí que sin pretenderlo,viéndolo desde otro punto de vista,se convertiría en una oportunidad para que Latinoamérica repotencie su producción agrícola.

Fortalecer una vocacíón agrícola 

Buena parte de las tierras de norte,centro y suramérica son fértiles,sin embargo el empobrecimiento del campo por factores como: la falta de estímulos al productor,la carencia de vías hacia los centros de abasto en las ciuadades,los elevados costos en los abonos e insumos agrícolas,los abusos en la cadena de intermediación,las débiles medidas proteccionistas ante la voraz penetración de productos del exterior,unido a fenómenos como la violencia armada en el campo,que se ha visto en paises como Colombia,hace que lo anterior se convierta en todo un desafío.

A todo lo mencionado  se suman la desmedidas concesiones mineras internacionales que no miden los efectos medioambientales, con el deterioro de ecosistemas y la contaminación de las aguas, con la destrucción de los páramos.

De allí que está nueva mirada del mundo desarrollado hacía América Latina debe conllevar un llamado exigente para que los gobiernos de turno se comprometan con el rescate y reactivación de la producción de alimentos en el campo y  la defensa del agua y los recursos naturales.

Retomando el relato mítico  y fantástico del Rey Midas,a pesar de poderse bañar el ser humano de oro,metales y piedras preciosas,de muy poco le servirá para vivir si no tiene un  vaso de agua y un  pedazo de pan para llevarse al estómago.

He allí el reto de Latinoamérica.