Foto tomada de eleconomistaamerica.co
Una alerta por lo que sería una hambruna generada ante la carencia de insumos agrícolas por guerra de Ucrania y Rusia se ha despertado.
La situación es que ante esta crisis que ha tocado dos de los paises que son considerados potencias agroindustriales y en especial Ucrania,cuyo desabastecimiento por la guerra ha afectado a Europa, se proyecta que los próximos surtidos de insumos agrícolas como son los abonos, se vean comprometidos, contando con unas existencias de fungicidas y fertilizantes en bodega que están cerca de agotarse para el resto de año.
El hecho es que un país como Colombia que años atrás producía su comida, hoy ha pasado a convertirse en un país importador,ante los desestímulos que sienten los productores agrícolas, con los elevados costos de pesticidas y fertilizantes y la fragilidad en las cadenas de comercialización.
El campo que otrora era despensa alimentaria con los frutos de pancoger,se ha despoblado con la migración del campesino a las ciudades y el abandono de las tierras o su destinación para otros propósitos diferentes a la producción de alimentos.
De otro lado está la falta de capacidad para responder a una gran demanda de abonos y pesticidas para el control de plagas,en donde se hace inminente el despliegue de una urgente labor de investigación y puesta en marcha de políticas y planes para fortalecer una linea de producción nacional de insumos agrícolas, que se fundamente en lo orgánico, de acuerdo a los estándares exigidos en mercados como el europeo,dada la comprobación de los efectos contrarios a la salud humana que generan los fertilizantes con base en químicos.
El reto es grande y exige el renacer de una producción nacional en el campo,con la acción rápida y eficaz de los organismos gubernamentales.
Cabe anotar que Colombia importa el 75% de sus fertilizantes, como son: concentrados en úrea, fosfato diamónico, fosfato monoamónico y cloruro de potasio, que equivale a unos UD$ 402 millones de dólares, de los cuales la mayor parte que corresponde a la urea, la sustancia de nitrógeno más popular, de mayor uso y demanda, se importan 29% de Rusia y 13% de Ucrania,20% de Venezuela y 14% de Trinidad y Tobago,de forma tal que el 42% de estas importaciones de fertilizantes, que es la cantidad más importante, proviene de los dos países en conflicto.