martes, 13 de septiembre de 2022

La esclavitud sigue en el siglo XXI

Foto tomada de www.mujeresycia.com

La esclavitud sigue en el siglo XXI en las sociedades del planeta, a pesar de creerse abolida y  haberse  avanzado en promulgación de derechos para la igualdad de las personas, de las mujeres, de los grupos étnicos y de las minorías.

La esclavitud en el mundo permanece revelándose  una cifra que aterra, con un número de unas cincuenta millones de personas, según dio a conocer la Organización Internacional del Trabajo OIT.

De esta cifra entregada, la mayor parte, que corresponde a 28 millones, padecen la explotación con trabajos forzados, y, los restantes sufren de uniones forzadas dentro de esquemas de tradiciones culturales que persisten en algunos  países asiáticos  y del Pacífico mayormente.

La información  que aporta la Organización de las Naciones Unidas a través de la Organización Internacional  del Trabajo, entrega 10 millones más de personas en situación de esclavitud, en comparación con los datos del 2016 siendo los niños y las mujeres los más afectados.

Esta situación tiene una condición de mayor vulnerabilidad entre la población migrante que cae en las garras de los tratantes de personas para explotación sexual y de tipo laboral con condiciones de contratación indignas, con sobre carga de tiempo laborado, escasa paga y malos tratos, que en ocasiones derivan en una continua violencia psicológica y  de palabra, pudiendo darse casos de agresión, en especial en niños y mujeres sometidos a prostitución.

Este es un hecho que se puede considerar como vergonzoso para los habitantes de las comunidades del planeta, en momentos que los adelantos tecnológicos han superado barreras impensables siglos atrás, pero en donde los seres humanos siguen tolerando el abuso y la explotación de personas, haciendo perdurar la esclavitud que se pensaba  había sido superada.

Según  el informe que presenta la OIT "el trabajo forzado se da en mayor grado dentro del sector privado con un 86% y un restante 14% en el sector público o estatal".

De este 83% de acuerdo a lo presentado en el informe,"el 63% labora en distintos sitios  de trabajo y el  23% en la explotación sexual forzada, donde de cada cinco personas cuatro son mujeres o niñas que suman un número de 11.18 millones que trabajan de manera forzosa".

En lo relacionado con los niños, de acuerdo a este informe,"hay más de  3.3 millones de niños que no están dentro del sistema escolar y sufren esta realidad".

Este hecho hace imperativo, además  del compromiso de los gobiernos nacionales para hacer cumplir la ley y las normas internacionales que proporcionan las bases para la defensa de los derechos de las personas, la vinculación de toda la sociedad civil con las organizaciones empresariales, los sindicatos, los voluntariados y cada uno de los ciudadanos, según expresó el director general de la OIT Guy Ryder.

En este sentido de acuerdo a lo manifestado por el director general de la Organización Internacional para las Migraciones António Vitorino, "reducir la situación vulnerable de los migrantes para evitar caer en esta explotación, depende de marcos políticos y jurídicos nacionales que respeten, protejan y hagan realidad los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los migrantes y de los que sin serlo aún son potenciales migrantes".

Lo que propone el informe de la OIT

Dentro de los puntos que propone el informe de la OIT se encuentra:

Mejorar y hacer cumplir las leyes y las inspecciones de trabajo; poner fin al trabajo forzoso impuesto por el Estado; reforzar las medidas para combatir el trabajo forzoso y la trata de personas en las empresas y las cadenas de suministros;reforzar las protecciones legales,incluida la elevación de edad para casarse en menores; abordar el mayor riesgo de trata y trabajo forzoso para los trabajadores migrantes; promover la contratación justa y ética; y fomentar un mayor apoyo a las mujeres, niñas y personas vulnerables.