Deuda por acción climática, es la propuesta del gobierno colombiano que sigue avanzando, luego de ser expuesta por el presidente Gustavo Petro en la Asamblea General de las Naciones Unidas, y en distintos encuentros con sus homólogos de América y en Europa, en países como España, Alemanía y ahora en Francia durante su participación como jefe de Estado en la Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Mundial, en donde estuvieron los principales representantes de la banca internacional.
El mandatario colombiano se reunió en el palacio del Eliseo con el presidente francés Emmanuel Macrón, a quien le expuso detalladamente la propuesta de cambio de deuda pública por acción climática.
La propuesta tuvo eco en el jefe de Estado francés quien propuso la creación de unas mesas técnicas con los demás estados para construir una propuesta conjunta que se impulsará en la versión 28 de la COP de Dubai a realizarse entre el 30 de noviembre y 12 de diciembre de 2023.
La COP es la Conferencia de las Partes (COP), órgano político supremo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), que cuenta con 197 Estados Partes.
La iniciativa ha generado posiciones concordantes y también discordantes en Colombia y en el exterior, en primer lugar por quienes defienden una postura de liderazgo que asume este país suramericano ante el concierto de las naciones, tomando la bandera de los paises latinoamericanos y, por otro lado, una actitud de crítica férrea de una fuerte oposición al gobierno de Gustavo Petro que ve en esta iniciativa una estrategia para desviar el interés de otros problemas nacionales por resolver, tomando una carga que le corresponde a las países industrializados.
Naciones industrializadas que son los mayores responsables de las cargas contaminantes lanzadas a la atmósfera y a las aguas marinas. Medida de supresión de estas exportaciones a un mediano y largo plazo, que pondría en jaque a una economía interna que depende en gran medida de los combustibles fósiles como el petróleo, el gas y el carbón, para los procesos de producción de sus industrias y consumo familiar, de los cuales recibe los mayores recursos provenientes de estas exportaciones, como es el caso del carbón en donde Colombia ocupa actualmente el tercer lugar en el mundo como proveedor de este insumo.
De otro lado se levantan las voces que ven esta situación como la gran oportunidad de reivindicar a las naciones que se convierten en el pulmón del planeta, teniendo buena parte de las reservas de oxígeno, agua dulce, tierras fértiles y biodiversidad natural con selvas como el Amazonas, y las que se encuentran postradas economicamente pagando ante la banca mundial una deuda con intereses impagables que les impiden ampliar la inversión social para sacar a la mayoria de su población de la pobreza y a sus territorios del atraso en que viven.
Lo anterior frente a los países industrializados que aportan la mayor carga contaminante que influye decididamente em el cambio climático que que está ocasionando el recalentamiento gradual del globo terraqueo, poniendo en riesgo la supervivencia de la vida en la tierra.
En este caso el liderazgo del jefe de Estado colombiano le daría valor a lo que representa el capital de la reservas naturales de estas naciones, elevando el poder de negociación de los países ricos en recursos naturales pero menos desarrollados, frente a los que han sido los de mayor poder económico y hegemonia.
Entre sus puntos la propuesta de Petro busca una reforma a la banca bilateral que permita activar un Plan Marshall mundial que le entregue recursos a los países para enfrentar la crisis climática global.
Asi mismo dentro de los resultados de la reunión con los banqueros más importantes del mundo, en función de la reestructuración del sistema financiero mundial para superar la crisis climática, el presidente colombiano anunció el próximo encuentro de los banqueros en Cartagena de Indias entre los días 4 y 6 de septiembre de 2023.
Otro de los temas abordados entre los dos jefes de Estado fue el del apoyo a la consolidación del cese final al conflicto armado con los grupos beligerantes en Colombia y el de la reforma agraría, que se presenta como un punto fundamental para el rescate del campo, el abasteciniento de alimentos y la paz total que se pretende, para lo cual el presidente francés reafirmó su apoyo decidido, comprometiéndose a aportar recursos para la financiación de la reforma agraria,los cuales serían recursos de donación, algo distinto a créditos, según enfatizó el jefe de Estado colombiano.