Playa del Pacifico colombiano en el Valle del Cauca. Foto de Alonso Moreno Sáenz.
Vírgenes aún se encuentran en el Pacífico, es la conclusión que se puede sacar luego de introducirse por un paisaje exótico de un litoral que tiene aún muchos secretos por descubrir.
De allí que nos introducimos de la mano de Alonso Moreno Sáenz, un explorador que llegó desde hace unos años al Pacífico colombiano en la región del Valle del Cauca, para dar a conocer una de las realidades que más sorprende a quienes no han tenido la oportunidad de explorar esta región.
Cabañas La Albacora en Ladrilleros corregimiento de Buenaventura, litoral Pacifico colombiano. Foto de Alonso Moreno Sáenz.
De esta manera partimos con nuestro guia desde unas pequeñas cabañas pintadas con los colores de vida, en medio del verdor exhuberante de un paisaje, entre palmeras, cocotales, platanales y mucha naturaleza que despierta al visitante desde muy temprano con el canto de un sinfín de aves nativas de este lugar.
Asi es como nos internamos con Alonso Moreno Sáenz, con un clima de selva húmeda, siguiendo la ruta de los manglares, para comenzar con un recorrido que lleva a contemplar un paisaje aún lejos de un turismo industrializado de grandes cadenas hoteleras que todavía no han llegado por fortuna para quienes desean conservar lo más autóctono.
Las cascadas de aguas cristalinas son uno de los pasos obligados por este recorrido en el que la tentación de descender del bote es tan fuerte que incita a sumergirse en estas aguas que de por sí tenen un encanto particular, que para algunos amantes de la mitología antigua, podría transportar en la imaginación al lago mágico del reino de Camelot.
Es un lugar mágico que parece despertar los sentidos embotados por el ruido, la contaminación de imágenes prefabricadas y los azares citadinos, en donde de forma muy lamentable la capacidad para contemplar la belleza natural se ha ido esfumando.
Del manglar se sale para avanzar y encontrar un poco más allá la sorpresa que aún hay vírgenes que se desnudan ante la mirada absorta de quién tiene la capacidad de contemplar la hermosura pura, ajena de adornos y maquillajes, sin la participación de otros actores que incursionen quitándole su naturalidad.
Playa Juan de Dios en el Pacífico colombiano. Foto de Alonso Moreno Sáenz.
Son las playas del Pacífico, de las que se puede afirmar, aún cuentan con esa virginidad que les otorga el hecho de no ser todavía abusadas por la infame acción contaminante con su basura, pudiendo caminar en ellas, sintiendo con los pies descalzos la caricia de su fina arena fina, la brisa marina en el rostro y el agua salina que comienza a salpicar cuando se camina por la orilla.
Playa en Ladrilleros, litoral pacífico colombiano en el departamento del Valle del Cauca. Foto de Alonso Moreno Sáenz.
Un paseo único es el que se puede tener cuando se camina por San Juan de Dios, Chucheros, la Barra y otras tantas playas, bautizadas con los nombres dados por los mismos nativos.
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